SANTANDER, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Plan de Empleo de Cruz Roja, que apoya a las personas con más dificultades para participar en el mercado de trabajo, ha ayudado a más de 800 personas a mejorar su empleabilidad el año pasado.
De ellas, más de 300 fueron mujeres (el 47%), quienes siguen siendo la población que sufre mayores brechas y desigualdades para acceder al mercado laboral, seguidas por las personas migrantes y refugiadas, jóvenes sin cualificación y las personas desempleadas de más de 50 años.
En 2018, más de 300 personas accedieron a una oportunidad laboral tras su paso por las
oficinas del Plan de Empleo de Cruz Roja en Laredo, Torrelavega y Santander. Además, más de
200 han mejorado sus competencias profesionales, aumentando por tanto sus posibilidades de
acceder a un empleo.
La mayor parte de estos perfiles corresponden a las personas que están más
alejadas del mercado laboral: un 34% no tiene estudios y un 96% se encuentran en situación de paro o inactivos.
El Plan de Empleo de Cruz Roja ha contado en 2018 con más de 200 empresas colaboradoras que han permitido gestionar más de 231 ofertas de empleo y prácticas formativas en diferentes sectores.
Además, más de 30 voluntarios de Cruz Roja apoyaron los procesos de inserción laboral a lo largo de 2018.
La directora del Plan de Empleo en Cantabria, Esther San Miguel, ha explicado que éste es "un puente entre las personas y el mercado laboral", y ha subrayado que para que esta fórmula funcione es necesaria la colaboración de las empresas, "que valoran mucho las competencias, la preparación y la motivación de los participantes, además de la profesionalidad y la dedicación del voluntariado y los equipos técnicos".
Además, el plan cuenta con el apoyo de las administraciones públicas a través de los Programas Operativos de Empleo Juvenil (POEJ) y del Programa Operativo de Inclusión Social y Economía social (POISES) cofinanciados por el Fondo Social Europeo y por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social.