SANTANDER, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha regresado este jueves, 9 de julio, al Gobierno regional dispuesto a "trabajar a tope", tal y como ha asegurado justo antes de reunirse con su antecesor en el cargo, Ignacio Diego, para efectuar el traspaso de poderes.
El regionalista ha llegado a la sede de Peñaherbosa conduciendo su coche -un Peugeot 2008 de color negro- minutos antes de las 9.30 horas y, tras aparcar el vehículo en el garaje del edificio, se ha dirigido al bar de enfrente a tomar un café junto con el que fuera su jefe de gabinete, Guillermo Blanco, en la actualidad diputado del PRC en el Parlamento autonómico.
"¿Sigue costando lo mismo el café?", ha preguntado Revilla al camarero, después de pedirse un cortado -el tercero de la mañana- y antes de que un funcionario del Gobierno se le haya acercado para saludarle y felicitarle.
Allí, en declaraciones a los periodistas, el presidente cántabro se ha mostrado tranquilo, pues ya está "acostumbrado" a esta situación, al traspaso de poderes y al cargo, "después de tantos años" (presidió el Gobierno durante ocho años, entre 2003 y 2011, y fue vicepresidente otros tantos, de 1995 a 2003).
Y después de admitir que "la primera vez a lo mejor tenía algún nervio", ha indicado que la nueva etapa de cuatro años al frente del Ejecutivo comienza con "un poco de rutina" y "mucha responsabilidad". "Y empezar a trabajar hoy a tope", ha apostillado, antes de señalar que hoy se ha levantado "a la misma hora" de siempre y que ha acudido "a coger las cosas al Parlamento".
A continuación, se ha dirigido a la sede del Gobierno para reunirse con Ignacio Diego, quien le ha recibido en la sexta planta -donde se ubica el despacho presidencial-. "¿Qué tal? Buenos días", ha expresado el presidente saliente. "Aquí estamos", le ha respondido Revilla.
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