SANTANDER, 16 May. (EUROPA PRESS) -
El Hospital Universitario Marqués de Valdecilla y el Hospital Nacional de Rabuni, de la República Árabe Saharaui Democrática, han alcanzado un acuerdo de hermanamiento en virtud del cual el centro cántabro donará equipos y material al hospital saharaui y asumirá además responsabilidades formativas hacia los profesionales del hospital Rabuni. En unos casos viajarán a Santander para recibir esa formación y en otros se desplazará al Sáhara el personal cántabro.
El acuerdo contempla además el compromiso de Valdecilla de asumir la asistencia de enfermos saharauis en aquellos casos en que las dolencias que padezcan aconsejen un traslado a Cantabria para recibir el tratamiento adecuado; así como la apertura de la Biblioteca Digital Marquesa de Pelayo a los profesionales del hospital Rabuni, que podrán acceder a través de Internet a este fondo bibliográfico.
El ministro saharaui de Cooperación, Salek Baba, se reunió hoy con responsables de la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales del Gobierno cántabro y del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla para concretar ésta y otras líneas de colaboración. Al encuentro asistieron la titular de Sanidad, Charo Quintana; el director general de Salud Pública, Santiago Rodríguez, y el director gerente de Valdecilla, Francisco Cárceles.
Este hermanamiento se suma a otras líneas de colaboración desarrolladas desde la Consejería, que se han plasmado en distintas acciones en los últimos años y se seguirán materializando en adelante con nuevas medidas.
Así, este año se pone en marcha un nuevo proyecto para formar a los profesionales sanitarios saharauis en el uso de la radiología, concretamente de ecógrafos, que serán muy útiles. Según explicó Quintana, este año se enviarán dos nuevos ecógrafos a la zona, que se sumarán a otros tres remitidos ya el pasado año.
NECESIDADES
El ministro de Cooperación saharaui, tras expresar su agradecimiento por la "solidaridad, apoyo y compromiso" del Gobierno de Cantabria a través de programas de colaboración y asistencia, explicó que las principales necesidades de la población saharaui en materia sanitaria son de infraestructuras, de equipamiento y de suministro de medicamentos.
Respecto a este último aspecto, lamentó que la cobertura de las agencias de Naciones Unidas y de la Unión Europea este año sólo llega al 30% del déficit existente, por lo que se ha intentado "aliviar" a través de los contactos con distintas comunidades y países. No obstante, advirtió del "riesgo" que se sigue corriendo en tanto no se garantice un suministro más o menos estable.
Los profesionales sanitarios saharauis también encuentran problemas para dar cobertura a las enfermedades más complejas y para el mantenimiento de los equipos técnicos. Actualmente en el Hospital de Rabuni hay unos 50 médicos, mayoritariamente médicos generalistas que han sido formados en diferentes países, como Cuba, España, Argelia y otros.
La consejera cántabra coincidió en que las infraestructuras sanitarias en la República saharaui están "muy deterioradas" y se tiene un "déficit muy importante" en el suministro de medicamentos. En cambio, destacó que se cuenta con un "muy buen programa" de vacunación infantil.
COLABORACIÓN CON UN "PUEBLO HERMANO"
Charo Quintana destacó que las líneas de colaboración que se mantienen con el Sáhara son una forma de "expresar" la "solidaridad" con un "pueblo hermano", con el que existen no sólo "lazos históricos", sino también una "responsabilidad" en la búsqueda de solución a un conflicto que se ha prolongado ya durante más de 30 años. No se trata de una ayuda puntual, sino que parte de una "firme voluntad de continuar en el tiempo, tanto como sea necesario".
Entre esas colaboraciones se encuentra la asistencia que prestan desde hace años profesionales sanitarios cántabros que viajan a los campamentos saharauis. Aunque en un principio debían utilizar sus vacaciones, en 2005 se creó una Comisión Médica, formada por diez profesionales, que visitan anualmente la zona.
El Gobierno cántabro asume en su totalidad la financiación de dicha Comisión y contrata sustituciones para los profesionales, que ya no tienen que recurrir a sus vacaciones y pueden viajar al Sáhara cuando se demanda su ayuda, y no sólo en verano, unas fechas en las que además son más numerosas las comisiones de este tipo. En esa visita anual, de unos 15 días, se realizan entre 80 y 100 intervenciones quirúrgicas, y se contribuye a la formación de los profesionales de la zona.
Por otro lado, en Cantabria se desarrolla un programa de revisiones médicas para los niños saharauis que visitan en verano la región dentro del programa 'Vacaciones en paz'.
En 2005 ese programa llegó a 63 pequeños y este año beneficiará a 80, apuntó la consejera, quien destacó que así se pueden detectar problemas visuales, auditivos, de desarrollo o enfermedades, además de prestar también revisiones y tratamiento bucodental. El verano pasado, por ejemplo, se detectó una cardiopatía a una niña.