El Ayuntamiento de Trillo (Guadalajara) rehabilita la Ermita de Morillejo para las Fiestas Patronales

Actualizado: jueves, 27 diciembre 2007 13:28

GUADALAJARA, 27 Dic. (EUROPA PRESS) -

Los trabajos de restauración y rehabilitación de La Ermita de Morillejo de Trillo (Guadalajara), llevados a cabo por el Ayuntamiento, han concluido recientemente con su inauguración en las Fiestas Patronales que en honor a La Inmaculada Concepción se han celebrado en esta pedanía.

Una solemne procesión partió de la Iglesia, y acabó en la Ermita, que dista unos metros del pueblo. Las puertas de la ermita fueron de nuevo abiertas, entre los aplausos de los vecinos de Morillejo, según informa el Ayuntamiento en nota de prensa.

Buena parte del presbiterio yacía derruido, con lo que, siguiendo en todo momento los criterios de restauración de arqueólogos e historiadores, los muros han sido reconstruidos, colocando sobre sus hombros una bóveda de piedra a imagen y semejanza de la original. En la nave se ha respetado el artesonado de madera que la cubriera inicialmente.

La Ermita está dedicada a la advocación de San Juan de Jerusalén y los historiadores ven en ella huellas inequívocas de su pasada relación con el Monasterio de Ovila.

Lo más destacado artísticamente son el arco que une la nave con el presbiterio, y un segundo en la fachada norte, cegado, que probablemente fuera puerta de entrada. Ambos conservan reminiscencias de la orden del Císter, lo mismo que las ventanas.

VIRGEN DE JERUSALÉN.

Además de inaugurar la restauración, los feligreses de Morillejo han depositado en la Ermita una imagen de la Virgen. El párroco local, Santiago Jiménez, cuenta la curiosa historia de la que ahora se llama Virgen de Jerusalén: "cuando fuimos a comprar la imagen encontramos una efigie a la que llamaban Virgen de Ovila porque su talla está sacada de una fotografía hecha a la original desaparecida. El hecho nos llamó poderosamente la atención. Por cercanía, y por la relación de la Ermita con el Císter y con Ovila, evidentemente elegimos esa".

La excepcional particularidad arquitectónica de este edificio del siglo XIII consiste en que representa una síntesis de las construcciones románicas más clásicas con las características más notables del estilo cisterciense, además de ser un ejemplo casi único de edificación directa por la Orden del Císter en una aldea de repoblación, y posiblemente, por los mismos canteros que labraron el Monasterio de Ovila.

Se cree que en su origen, esta Ermita gozó de una gran actividad y quizás tuvo un uso reservado para el culto de personas de una alta escala social.

Además de las manifestaciones propiamente religiosas y de culto, este templo también fue utilizado desde antiguo y hasta finales del primer tercio del siglo XX como camposanto, siendo a partir de 1933 cuando se comenzó a enterrar en el actual cementerio de Morillejo.

Este singular edificio se compone de planta rectangular y nave única, con presbiterio recto, sobreelevado y ábside semicircular. Tanto los arcos apuntados que pueden verse en la portada situada en el muro norte y el que da paso al presbiterio desde la nave, como la austeridad y falta de decoración que se aprecia en general, hablan de la influencia del estilo cisterciense implantado por los monjes de Ovila.