Forenses rechazan que el acusado del crimen machista de Tarancón sufriera alguna patología psiquiátrica o tóxica

Juicio al acusado de cometer un crimen machista en Tarancón.
Juicio al acusado de cometer un crimen machista en Tarancón. - EUROPA PRESS
Publicado: lunes, 19 mayo 2025 21:06

CUENCA, 19 May. (EUROPA PRESS) -

Los forenses que trabajaron en el crimen machista de Tarancón han rechazado que el acusado pudiera sufrir alguna patología psiquiátrica ni tóxica que pudiera haber influido en su conducta cuando cometió el crimen.

La primera sesión del juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Cuenca contra J.E.M. ha terminado con la declaración de los forenses, que han concluido que el investigado, tras el estudio psiquiátrico del encausado, no tenía alteradas sus condiciones cognitivas y volitivas cuando se cometió el crimen.

Estos profesionales han señalado, en primer lugar, que en la historia clínica del encausado no había ningún antecedente de problema psiquiátrico y que este no hizo efectivo su derecho a ser reconocido por el forense. En su entrevista personal con el investigado tampoco observaron alteraciones ni se hizo ningún tipo de manifestación de una trama para matarle, como sí que señaló a la educadora social y a alguno de los agentes a los que confesó el crimen.

Uno de los forenses ha ratificado la "tranquilidad" de las declaraciones en los interrogatorios. "Si mi delirio es que me quiere matar la policía, tengo pavor, no puedo estar tan tranquilo", ha apuntado sobre la propia actitud del procesado en sede judicial.

La conclusión a la que llegaron es que no había cuadro clínico alguno en su conducta, ni en el presente ni en el pasado, ni psiquiátrico ni de naturaleza tóxica, que hubiera podido influir en su conducta.

AUTOPSIA

En cuanto a la autopsia, los forenses han declarado que del levantamiento del cadáver se desprende que hubo "persecución extremadamente violenta" y que ya apreciaron mordeduras humanas en el cuerpo de la víctima que el perito que ha declarado asocia a una "crueldad absoluta".

En la autopsia contabilizaron 38 lesiones, 34 de ellas provocadas por el arma a lo largo de todo el cuerpo, todas con la víctima viva y con una serie de heridas que casi provocaron la decapitación de la víctima. La muerte se produjo por shock hipovolémico derivado de la pérdida de sangre y en las uñas de la mujer se encontraron restos biológicos del marido.

FAMILIARES DE LA VÍCTIMA LO VEN PREMEDITADO

Por su parte, dos de los familiares de O.E.M., la víctima, han manifestado su sospecha de que el crimen fue premeditado. Un hermano de la fallecida, que esa noche iba a cenar con ella, ha declarado que había visto "muchas veces" malos tratos del investigado contra su hermana, a la que acompañó a poner una denuncia en el procedimiento judicial que hubo antes del suceso, del que J.E.M., ahora acusado de asesinato, salió absuelto antes del crimen porque ella finalmente rechazó declarar contra su marido.

El hermano ha explicado que el 2 de mayo, cuando ocurrieron los hechos, "acababa de terminar el Ramadán" y sospecha que él se esperó a ese día, de fiesta para los musulmanes, para cometer el crimen.

Otro de los hermanos de la víctima ha defendido que "todos los problemas familiares" venían de J.E.M., porque ella "era una mujer trabajadora que se encargaba de sus hijos", mientras que él "no aportaba en casa". Ha asegurado que tenían miedo por la vida de ella, pero que no creían que pudiera llegar a hacerlo. Al igual que su hermano, considera que el crimen fue "premeditado".

Durante el juicio se ha reproducido la declaración del hijo mayor de la familia en la fase de instrucción. Este menor de edad manifestó recordar haber visto a su padre con un cuchillo y que tapó el cuerpo "para que dejara de salir sangre".

También ha declarado en calidad de testigo la educadora social de Tarancón que llevaba trabajando con la familia desde el 2016. En presencia del jurado, la educadora ha calificado a la víctima como una persona "trabajadora", que era "muy buena madre", mientras que él la mayor parte del tiempo no estaba en Tarancón.

"Viene, me hace un hijo y se vuelve a ir", ha declarado que le comentaba O.E.M., que al principio de su relación le comentó un caso de maltrato que ella no quiso denunciar. "Es que está un poco loco, decía ella", ha apuntado la testigo, que ha comentado que la víctima no daba importancia a las agresiones "porque era una persona muy alegre y se lo tomaba todo con humor" y ha declarado que "nunca me transmitió que pudiera pasar lo que pasó".

El 2 de mayo, día del crimen, J.E.M. se presentó en el centro social "muy nervioso" y le dijo que, como creía que ella "iba a pagar 10.000 euros a una persona para matarlo", había decidido matarla antes.

Esta educadora social acudió al domicilio para recoger a los niños, que estaban "metidos en una habitación, desnudos y con la puerta cerrada" hasta que llegó el servicio de protección de menores de Cuenca.