Rodríguez pide abandonar la "soberbia" de querer hacerse Dios y "dejarnos de antagonismos que nos hacen daño"

Actualizado: domingo, 1 abril 2012 15:50

TOLEDO, 1 Abr. (EUROPA PRESS) -

El arzobispo de Toledo y primado de España, Braulio Rodríguez, ha pedido a los cristianos, durante su homilía con motivo del Domingo de Ramos, abandonar la "soberbia" de quererse hacerse Dios, así como "dejarnos de antagonismos que nos hacen daño"

"Tenemos la capacidad de volar y podemos vernos, escucharnos y hablarnos en un extremo al otro del mundo, sin embargo, la fuerza de la gravedad que nos tira hacia abajo sigue siendo poderosa y junto con nuestras capacidades no ha crecido solamente el bien, sino también las posibilidades del mal", ha argumentado.

Para Rodríguez, quien ha aludido a los Grandes Padres, el hombre se encuentra en el punto de intercesión entre dos campos de gravedad: "La fuerza que le atrae hacia abajo y le aleja de la altura de Dios y la fuerza de la gravedad del amor de Dios que nos atrae hacia lo alto".

"Todo depende del poder escapar del campo de gravedad del mal y ser libres y dejarse atraer totalmente por la fuerza de gravedad de Dios, que nos hace auténticos, nos eleva y nos da la verdadera libertad", ha apostillado.

"HACERLO SOLOS NOS DERRUMBA"

Algo que, según ha indicado el arzobispo, los hombres nos son capaces de poder hacer solos. "Precisamente la soberbia de querer hacerlo solos nos derrumba y nos aleja de Dios, Él mismo debe elevarnos y esto es lo que Cristo comentó en la cruz", ha añadido.

"La humildad de Dios es la forma extrema de su amor y ese amor humilde atrae hacia lo alto", ha dicho Rodríguez, quien ha añadido que los elementos concretos sin los cuales los hombres "no pueden ser levantados" son "las manos inocentes, el corazón puro, el rechazo de la mentira, la búsqueda del rostro de Dios y del bien común y el dejarnos de antagonismos que nos hacen daño".

Finalmente, y aunque ha reconocido que grandes conquistas de la técnica hacen al hombre libre y son "elementos del proceso de la humanidad", ha añadido que solo es así "si están unidas" a que "nuestras manos se hagan inocentes, nuestro corazón puro, estemos en búsqueda de la verdad --Dios mismo-- y nos dejemos tocar e interpelar por el amor".