En el banquillo, a la izquierda, el acusado de proferir insultos racistas contra una camarera y su letrado defensor. - EUROPA PRESS
VALLADOLID 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
Fiscalía de Valladolid ha mantenido este martes su petición de un año y tres meses de cárcel para A.P, el varón al que acusa de haber proferido insultos racistas contra una camarera de una sidrería de la capital a la que, según considera probado, llamó "puta negra", entre otros improperios, por la tardanza en servirle la ración de zamburiñas que había pedido.
La acusadora pública, durante el juicio que ha quedado visto para sentencia en la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Provincial, considera que el encausado incurrió en un delito de lesión de la dignidad por motivos discriminatorios en concurso de normas con un delito contra la integridad moral--alternativamente, tipifica su conducta como un delito contra la integridad moral--y por ello no ha modificado un ápice la petición de pena para A.P, y ello a pesar de que el aludido negara categóricamente haberse dirigido en tono ofensivo a la víctima y sostuviera que únicamente la llamó "maleducada".
Sin embargo, la fiscal del caso sí ha retirado los cargos por delito de lesiones contra el acusado, su mujer, otra pareja amiga y el encargado del local, quienes el día de los hechos se enzarzaron en una trifulca en la que los cinco resultaron heridos leves, con lo que tan solo el primero de ellos ha continuado sentado en el banquillo.
Durante la vista, el ya único acusado, A.P, ha relatado que el día de los hechos, sobre las 21.30 horas del 5 de junio de 2022, se encontraba en compañía de su mujer y de otra pareja de amigos en la sidrería 'Los Guajes', sita en la calle Calixto Fernández de la Torre, donde habían pedido una ración de patatas y otra de zamburiñas que no acababa de llegar pese a que ya habían transcurrido más de veinte minutos.
"Vimos que pasaban delante de nosotros con varias raciones de zamburiñas, transcurrían los minutos y me levanté a preguntar por la nuestra", ha manifestado A.P, quien, en declaraciones recogidas por Europa Press, asegura que fue entonces cuando la camarera y supuesta víctima le respondió que no le iba a servir porque dicha ración ya se la había entregado. "Dijo que éramos unos jetas y que pretendíamos tomar otra ración más gratis y por eso solicité una hoja de reclamación", ha continuado el acusado, quien niega haber dirigido insultos racistas a la camarera y apostilla que únicamente la llamó "maleducada", para acto seguido solicitar una hoja de reclamaciones.
Finalmente, el declarante consiguió la hoja, que rellenó y entregó en el local, y obtuvo la devolución de una parte del dinero que habían abonado, sin que haya entrado en detalles de los hechos registrados a posteriori ante la puerta del establecimiento cuando llegó el encargado y se produjo entonces una discusión en la que este último y las dos parejas resultaron con lesiones.
La versión del acusado ha sido corroborada más tarde por su mujer y la otra pareja que les acompañaba el día del incidente, que han comparecido ya como testigos y no como acusados, mientras que la camarera, K.I.N.B, secundada por el encargado y el cocinero, ha ratificado los calificativos de tinte racista sufridos el día de los hechos cuando se acercó a la mesa ocupada por ambas parejas para servirles la ración y A.P. le tiró el plato y le dijo que ya no la querían.
SITUACIÓN DE "BLOQUEO MENTAL"
"Me llamó puta negra, negra asquerosa, dijo que era una mala profesional y me invitó a irme a mi puto país", ha recordado la mujer, quien ha asegurado que a raíz de lo ocurrido sufre aún una situación de "bloqueo mental" que durante días le impidió salir de casa para ir a trabajar y que la mantiene aún en tratamiento con tranquilizantes.
La camarera ha mantenido que los insultos los recibió de los integrantes de las dos parejas pero que fue A.P, el que rellenó la hoja de reclamación, quien llevó la voz cantante con la mayoría de los improperios. "Tuve que llamar por teléfono al encargado porque la situación se había puesto muy caliente", ha advertido K.I.N.B, cuya versión de lo sucedido ha sido confirmada por el responsable del establecimiento, quien ha precisado que durante la conversación mantenida con su trabajadora pudo escuchar a través del auricular del teléfono cómo alguien la llamaba "puta negra" y otros descalificativos.
La defensa del acusado, frente a la petición de condena de la acusación pública, ha pedido un fallo absolutorio al no considerar probado que su cliente se dirigiera en tono ofensivo a la trabajadora del establecimiento hostelero y en caso de condena, con carácter subsidiario, ha pedido al tribunal que aplique en su sentencia la atenuante de dilaciones indebidas.