Exintegrante de Retribuciones asegura que las aportaciones a directivos de Caja Segovia nunca variaron al alza

Actualizado: martes, 14 enero 2014 16:13

Elena García Gil señala que informes internos y externos avalaron la legalidad de las prejubilaciones

SEGOVIA, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -

Elena García Gil, antigua integrante de la Comisión de Retribuciones de Caja Segovia y consejera, ha asegurado este martes en el Juzgado que las retribuciones de los altos directivos de la entidad nunca se modificaron al alza y que la única variación, aprobada en 2009, fue la disminución en un 15 por ciento del sueldo del director general, Manuel Escribano, "con el consiguiente beneficio para la Caja".

García Gil, miembro en la actualidad de la fundación resultante de la desaparecida Caja Segovia, hoy integrada en Bankia, ha remarcado que se cumplió siempre con las cláusulas recogidas en los contratos del Comité de Dirección.

Además, ha aseverado que los acuerdos que se tomaron sobre las prejubilaciones de los altos cargos estuvieron siempre avalados por informes internos y externos que garantizaban la legalidad de las propuestas.

Tales propuestas, ha explicado, estaban encaminadas a modificar las características de la prejubilación de los directivos, pues tenían condiciones "restrictivas" establecidas en 2006 con motivo de la implantación del plan estratégico de la Caja y dejaban de existir en 2010 ante la fusión en Bankia.

García Gil ha comparecido en el Juzgado de Instrucción número 2 de Segovia en la segunda jornada de declaraciones por el caso de las aportaciones millonarias de la extinta entidad de ahorros. Según UPyD, responsable de la querella, entre 2008 y 2010 se aprobaron alrededor de 34 millones de euros para ocho altos cargos, 17 de ellos en concepto de prejubilaciones y el resto en planes de pensiones.

Se trata, para este partido, de cuantías "estratosféricas" autorizadas en el seno de una Caja en la que según sospecha pudo haber irregularidades, administración desleal e intercambio de favores entre consejeros y directivos.

Sin embargo, a su salida del Palacio de Justicia, Elena García ha mostrado su total convencimiento de que no se produjo ilegalidad alguna.

La actual secretaria de la Federación de la Mujer Rural (Femur), quien no ha respondido a preguntas de la acusación particular durante la vista, ha explicado por otra parte que en 2008 no se sabía con exactitud cuál sería el futuro de la Caja, pero había cierta "inquietud" pues se vislumbraba que el sistema financiero tenía que cambiar y se tendrían que producir integraciones y fusiones de bancos y cajas.

García Gil ha asegurado asimismo que todas las actas solicitadas sobre las retribuciones aprobadas están recogidas en el auto.

ESCRIBANO, TRANQUILO

En la jornada de hoy ha comparecido también ante el tribunal el que fuera director general de la Caja, Manuel Escribano, quien no ha hecho declaraciones a los medios por indicación de sus abogados y se ha limitado a trasladar su "absoluta tranquilidad".

El exresponsable de la entidad sí ha cruzado algunas palabras con un antiguo empleado de Caja Segovia, Damián Sanz, quien ayer y hoy ha permanecido ante las puertas del Palacio de Justicia con una pancarta para reclamar que se haga justicia.

El extrabajador ha culpado a Escribano de haber "hundido" a casi 300 familias segovianas, algo que el exdirector general ha negado por no responder a la realidad. "Lo que me imputa no me corresponde en absoluto", ha dicho a Sanz, al que ha recordado que siempre han sido amigos.

La vista concluirá este miércoles con la comparecencia de Antonio Tapias, exsecretario general de Caja Segovia. Ayer declararon el expresidente Atilano Soto y el exvicepresidente Manuel Agudíez.