Herrera destaca la apuesta por la "innovación" de Portia, nueva bodega del Grupo Faustino en Ribera del Duero

GUMIEL DE IZÁN (BURGOS), 28 (EUROPA PRESS)

El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera inauguró este jueves en la localidad burgalesa de Gumiel de Izán, Bodegas Portia, perteneciente al Grupo Faustino, un edificio diseñado por el arquitecto británico Norman Foster en la Denominación de Origen Ribera del Duero.

Herrera se mostró orgulloso de tener en Castilla y León al Grupo Faustino que "construye un futuro firme basado en la familia, la tradición y la innovación, poniendo la tecnología del corazón al servicio del vino".

En este sentido, recordó que hoy se culmina un "gran proyecto" en la Denominación de Origen Ribera del Duero "largamente gestado", desde principios de la década de los noventa cuando la familia adquirió sus primeros viñedos en la zona.

El presidente de la Junta afirmó que el grupo empresarial "es un ejemplo en un momento de serias dificultades económicas ya que no se conforma, ni resigna, sino que invierte y crea empleo.

El proyecto del edificio fue obra de Norman Foster a través de un diseño que se ha calificado como forma de estrella, trébol o pétalos de flor, en el que aparece un corazón definido del que salen tres alas diferentes.

Foster explicó que se trata de un edificio perfectamente integrado en el paisaje "en una zona con una belleza muy particular en la que se alcanzó el objetivo de trabajar con la naturaleza a través de los materiales forman parte de la colaboración con el entorno y el medioambiente".

El edificio realizado en hormigón, acero y cristal, revestido en azulejos de acero Cortén, según Foster, armoniza con el paisaje "tiene una forma muy fuerte y pensamos que este edificio se diferencia mucho de otras bodegas".

Para llegar al proyecto final, explicó, se llevó acabo "un viaje muy largo e interesante para explorar como hacer el vino y llegar a un lenguaje que es único" y que supuso una "motivación para definir la organización a realizar para mejorar el proceso de hacer un vino de calidad".

Al respecto, ahondó en que de las tres alas, la que tiene una exposición más definida se asigna al proceso de elaboración ya que genera aire con CO2 por lo que no puede estar enterrado. Las otras dos están soterradas y destinadas respectivamente a la crianza en barrica, la otra maduración del vino en botella, en una "estructura que ayuda a mantener un clima parejo y estable dentro de los espacios"

La construcción de la bodega supuso una inversión subvencionable de 10 millones de euros de los que la Junta, a través de la Consejería de Agricultura y Ganadería aportó un millón.