VALLADOLID, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Junta de Castilla y León se ha dirigido al Gobierno central y a la Conferencia Episcopal para aconsejar la suspensión de los distintos actos religiosos durante Semana Santa con el fin de contener la pandemia del coronavirus.
Así lo ha anunciado el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, durante su comparecencia ante los medios en la que ha dado a conocer nuevas medidas de contención puestas en marcha desde el Ejecutivo autonómico, fundamentalmente en la provincia de Burgos, donde la suspensión de la actividad docente se ha extendido a la capital, cuando este miércoles se ceñía exclusivamente a Miranda de Ebro, Pancorbo y Treviño.
En el caso de la Semana Santa, Igea, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha explicado que desde la Junta se han dirigido por escrito tanto al Gobierno como a la Conferencia Episcopal al objeto de aconsejar la suspensión de todos los actos "ante el evidente riesgo de transmisión del virus".
El político ha justificado la adopción de esta medida en la necesidad de evitar el colapso del sistema sanitario, aun siendo consciente de la repercusión que una medida así tendrá no sólo desde el punto de vista económico en Castilla y León, sino también social y moral.
"Somos conscientes de que se trata de medidas "duras y desagradables", ha reconocido Igea, quien, sin embargo, apela a la responsabilidad del Gobierno regional pues, como así ha advertido, lo verdaderamente importante "es la salud y la vida de las personas, y de esa responsabilidad no se va a abdicar".
En 2019, la Semana Santa tuvo un impacto económico de 68 millones de euros en la Comunidad, según datos del Gobierno autonómico que trabaja en actualizar recopilando cifras semana a semana. Asimismo, la Dirección General de Turismo de la Consejería de Cultura y Turismo ha encargado la elaboración de un informe para conocer con detalle los efectos económicos que implicaría esta cancelación.