El jurado considera homicidio la muerte de una anciana a manos de su hija en Valladolid en 2009

Actualizado: jueves, 23 septiembre 2010 19:37

VALLADOLID, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -

El jurado ha considerado homicidio la muerte de una anciana a manos de su hija, María Victoria S.M, juzgada en la Audiencia Provincial de Valladolid por los hechos ocurridos en julio de 2009, cuando asfixió a su progenitora.

En el veredicto, leído este jueves ante la Audiencia de Valladolid tras más de 24 horas de deliberación, el jurado --integrado por nueve personas-- considera probado por unanimidad que la víctima, de 83 años, estaba despierta y podía defenderse.

Asimismo, cree probado el hecho de que María Victoria S.M. padecía un trastorno de dependencia del alcohol en base a un trastorno distímico y de personalidad y que el día de los hechos tenía levemente disminuidas sus facultades --único punto en el que no se alcanzó unanimidad y la votación del jurado quedó 7 a favor y dos en contra--.

Además, el jurado considera que María Victoria no obtuvo respuesta cuando solicitó ayuda a sus hermanos para atender a su madre, con quien convivía y a quien consideraba una "carga". Así, el día de los hechos --16 de julio de 2009--, la anciana habló con uno de sus hijos y dijo que su hermana estaba borracha, algo que "encolerizó" a la acusada, que se fue del domicilio para volver por la noche, entre las 23.00 y las 0.30 horas.

Según los hechos que el jurado considera probados, fue entonces cuando encontró a su madre en la cama pero despierta y, debido al recibimiento que obtuvo por su estado de embriaguez, sufrió un estallido de ira y "arrasó" su habitación.

Posteriormente, intentó que la anciana tomara varias pastillas de Orfidal, pero no logró su objetivo y, con la intención de causar su muerte, la tapó boca y nariz con una almohada, de manera que la asfixió.

SEGUNDA REBAJA EN LA ACUSACIÓN

A tenor del veredicto, el fiscal modificó su petición de pena y solicitó para María Victoria S.M. diez años de prisión, la mínima en el caso de homicidio, al tener en cuenta que el jurado ha considerado que la acusada sufría una leve alteración de sus facultades en el momento de los hechos, lo que contempló como atenuante "simple" y sin ninguna disminución de responsabilidad.

Se da la circunstancia de que es la segunda rebaja en la solicitud de la pena del fiscal, ya que inicialmente no tuvo en cuenta la influencia que el alcohol pudiera haber tenido en la acusada el día de los hechos y solicitó 18 años por asesinato que, posteriormente, rebajó a 15. Ahora, al observar el jurado que no se dan las condiciones para esta calificación, rebaja de nuevo la petición a diez años.

Por su parte, la defensa mantuvo su petición de pena de cinco años por homicidio y considera que debe de "procurarse" que sea de internamiento psiquiátrico dado su estado mental, al entender que la acusada no ha "interpretado" papel alguno duran la vista sino que debe de considerarse como una "enferma mental", como también avalan los informes forenses.

Precisamente los trastornos que padece, junto con la ingesta de alcohol, son los atenuantes que la defensa considera que se deben tener en cuenta para aplicar la mitad de la pena solicitada por el fiscal, debido a la limitación "moderada" de la voluntad que pudo sufrir María Victoria S.M. a la hora de cometer los hechos.

La acusada, a lo largo de la vista celebrada en la Audiencia, no negó los hechos aunque sí aseguró que bebió varios vodka con tónica en un bar cercano a su casa y que, junto al alcohol, tomó comprimidos de Valium (diazepam).

NO LO PLANEÓ

María Victoria, que era empleada de Correos pero se encontraba de baja y en la actualidad tiene concedida la invalidez absoluta, afirmó que no era consciente de haber matado a su madre, algo en lo que "jamás" había pensado.

La acusada también explicó que cuando ocurrieron los hechos buscaba una solución porque su madre y ella no podían estar en esas condiciones en casa y pretendía que la anciana fuera a vivir con uno de sus hermanos o ingresar en una residencia de mayores.

Sin embargo, ambas convivían en el mismo domicilio y aunque se llevaban bien, cuando María Victoria bebía se producían frecuentes discusiones porque su madre se lo recriminaba.

En el juicio la defensa puso de manifiesto que en varias ocasiones la acusada había intentado suicidarse, la última días antes del juicio, cuando tuvo que ser ingresada en el Hospital Clínico.