El mundo onírico del artista Ramiro Tapia inunda con más de un centenar de obras el Palacio de Los Serrano, en Avila

Actualizado: jueves, 26 enero 2006 16:02

AVILA, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -

La fantasía, el misterio y el mundo onírico del artista cántabro Ramiro Tapia llegó hoy al Palacio de Los Serrano en Avila, a través de una muestra de 90 pinturas y cerca de una veintena de dibujos, que permanecerán expuestos al público hasta el próximo 26 de febrero.

La muestra está compuesta por dos series tituladas 'Las torres galácticas", que recoge las obras realizadas por este artista desde 1992 hasta 1999, y 'Laberintos de interior', que hace alusión al periodo artístico de Tapia comprendido entre los años 1999 y 2005, según explicó hoy el propio autor.

La primera de sus colecciones exhibe estructuras arquitectónicas de carácter "metafórico y laberíntico", que fusiona dos series pictóricas anteriores presentadas bajo la denominación de 'Las máquinas creyentes' -del año 1969 a 1971- y 'Las arquitecturas imposibles', creadas entre 1976 y 1986.

En esta primera serie se pueden observar "edificios desafiantes", plagados de cuestas, rampas e interminables escaleras, envueltos por "cielos apocalípticos", que, en opinión del autor, son "símbolos del caos de nuestro planeta, en el tramo final de la civilización que conocemos".

La segunda serie que se expone en la sede de la Obra Social y Cultural de la Caja de Ahorros de Avila, pretende explorar formas jeroglíficas, sumergiéndose en los laberintos internos del propio autor, donde se hallan las intuiciones. En estas pinturas, Tapia establece un diálogo entre los distintos estímulos, que se reprendan a través de símbolos".

El "choque" entre el interior y el exterior es lo que "provoca figuras emblemáticas a través de signos geométricos, icónicos y coloristas", que con posterioridad sin organizados, como si de un puzzle se tratara, para crear la propia composición del cuadro.

Tapia, que se inició en el mundo de la astrología y la cosmología gracias al interés mostrado por su madre a lo largo de toda su vida, se define como un "pintor curioso y evolutivo", ya que afirma no seguir una misma línea en sus creaciones, donde puede verse una evolución pictórica.

Su obra es definida por el propio artista como "una metamorfosis sucesiva de las formas, que se encadenan como un rosario de etapas", todas ellas con un denominador común, "un carácter mágico y esotérico", con claras influencias de otros artistas como Paul Klee y Kandisky.

Por su parte, el director de la Obra Social y Cultural de Caja de Avila, Gonzalo Jiménez, destacó de los 50 años de trayectoria pictórica de Tapia una "enorme coherencia" y la evolución de conceptos en "una realidad original, propia y significativa".