VALLADOLID, 18 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Orquesta Sinfónica de Castilla y León (OSCyL) celebrará, en la temporada 2011/2012, su 20 cumpleaños con un repertorio que reunirá obras "de mucha categoría y peso" y además mantendrá su apuesta por acercar hasta la Comunidad a "grandes directores de futuro".
Así lo puso de manifiesto el gerente de la Orquesta y del Centro Cultural Miguel Delibes, Félix Alcaraz, quien en una entrevista concedida a Europa Press adelantó que el 20 aniversario de traducirá, la próxima temporada, en la inclusión en el repertorio de importantes obras y en otras propuestas como una clausura "especial".
De este modo, los programas de la próxima temporada aglutinarán estéticas "muy diversas" y, entre todas ellas, se podrán encontrar "muy buenas" músicas contemporáneas, del siglo XX, con las que se pretende "romper el rechazo" percibido, a priori, en parte del público.
La proyección internacional de la Orquesta se pospondrá, por tanto, hasta la temporada 2012/2013 ya que el objetivo radica, según Alcaraz, en buscar los "mejores escenarios" dado que se pretende que la OSCyL recale en "grandes teatros y auditorios" de Norteamérica y Europa, punto en el que confesó su deseo de poder actuar en París, Londres y en los países del centro del viejo continente, "que son el referente".
Aunque, de momento, el proyecto no se ha concretado, el gerente de la OSCyL sí sabe que la incursión internacional de la formación estará liderada por su actual director titular, el joven francés Lionel Bringuier, de quien destacó su importante "proyección de futuro".
"Sería una torpeza no contar con él cuando despunte", destacó antes de resaltar, como ya hicieran ambos en la rueda de prensa de presentación de la temporada 2010/2011, su buen grado de entendimiento en aspectos como la apertura de la OSCyL a los jóvenes, su compromiso social o la creación de nuevos públicos.
Tras señalar que, pese a las dificultades que presenta su agenda, la OSCyL estará "encantada" de contar con Vasily Petrenko como director invitado durante las dos próximas temporadas, Alcaraz consideró que el camino a seguir por la Orquesta Sinfónica de Castilla y León discurre de manera paralela a la carrera de los "grandes directores de futuro".
"Si queremos estar en el Olimpo de las orquestas sinfónicas tenemos que apostar por las personas que estarán en el Olimpo de los directores", aseveró.
VISIÓN DE FUTURO Y NUEVOS PÚBLICOS
La perspectiva de futuro es una de las premisas de la filosofía con la que trabaja el gerente de la OSCyL, que regresó a Valladolid, su ciudad natal, el pasado mes de enero con un proyecto basado, además, en la creación de nuevos públicos --"mi sello se irá viendo progresivamente"--.
Adolescentes y universitarios se sitúan en el punto de mira del equipo de la Orquesta, que busca, en primer término, atraerles hacia la OSCyL para, a medio y largo plazo, contar con su fidelidad.
Además, los colectivos más desfavorecidos ocupan también un espacio relevante en el proyecto de Alcaraz, quien considera que el futuro de las orquestas "pasa" por la puesta en marcha de programas de carácter social.
La consecución de la eficacia presupuestaria, con un recorte de la inversión del 20 por ciento, es otra de los pilares sobre los que se apoya el trabajo del gerente, quien tras meses de trabajo "muy intenso" sitúa en el "largo plazo" la posibilidad de que la OSCyL aborde proyectos fuera de la Comunidad a coste "cero".
Tras supeditar este logro a un importante "trabajo de comunicación" que permita "poner en valor" la Orquesta así como a la labor de Bringuier al frente de la formación, "una de las mejores de España", Alcaraz consideró que en un plazo de cinco o seis años podría lograrse el objetivo de que las salidas de la OSCyL no conlleven gastos.
Un ejemplo "clarísimo" de este hecho lo constituye, por ejemplo, la Orquesta Nacional del Capitolio de Tolouse aunque, de momento, el gerente del CCMD apuesta por el "poco a poco" con el fin de que la idea de que la de Castilla y León se sitúa "entre las mejores orquestas" fragüe.
Para ello, según reconoció, cuenta con un equipo "fantástico" y el centro, con el "compromiso" por parte de las administraciones y, pese a los asiduos "sinsabores" --"mi misión es resolver problemas"--, reconoce su trabajo como "un sueño y un placer" que le permite palpar "a diario" los beneficios sociales de la labor que desempeñan.