Certifican que la víctima fue quemada viva y que sufrió un inmenso "dolor físico, psíquico y moral" durante su lenta agonía
VALLADOLID, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
La principal incógnita respecto de si Jesús Guillermo M.M. era plenamente consciente de sus actos cuando la mañana del 30 de junio de 2014 acabó en Valladolid con la vida de su expareja, a la que acuchilló una docena de veces y luego quemó viva en una bañera, ha quedado hoy despejada con el testimonio de los médicos-forenses que trataron al procesado y que descartan que sea un psicópata, aunque sí reconocen que sufría un trastorno adaptativo mixto que aminoró ligeramente su voluntad.