El ritual de la vestición dará comienzo a la procesión de 'Las Cinco llagas' de Palencia

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Archivo - Iglesia de San Francisco de Palencia. Archivo - EUROPA PRESS - Archivo
Publicado: domingo, 13 abril 2025 17:14

   PALENCIA, 13 Abr. (EUROPA PRESS) -

   La imagen de 'Jesús Crucificado' abandonará en la tarde-noche de este Lunes Santo la iglesia de San Francisco de Palencia, sede de la Cofradía de Nuestro Padre Crucificado y Nuestra Madre Dolorosa, para dirigir sus pasos, escoltado por la Policía Local, hasta la plaza Mayor, donde dará comienzo la procesión de 'Las Cinco Llagas'.

   A las 20.30 horas los representantes de todas las hermandades penitenciales de Palencia esperarán la llegada de la imagen de 'Jesús Crucificado' en la plaza Mayor, donde tiene lugar uno de los actos más curiosos de esta Semana Santa, 'La vestición'.

    Dos miembros de cada una de las cofradías palentinas se sitúan en la escalinata del Ayuntamiento donde se van disponiendo las distintas partes del hábito como son la túnica, el cíngulo, el capirote, la capa y la medalla, mientras que un sacerdote explica a los congregados su significado.

   Una vez que concluye este ritual, comienza la procesión de 'Las Cinco Llagas' con la imagen que se atribuye al imaginero Alejo de Vahía y que tiene un especial dinamismo, además que en esta procesión es llevado a hombros en unas sencillas andas metálicas.

   'Jesús Crucificado' recorrerá el centro de la capital palentina para meditar sobre las cinco llagas y será portado, también, además de por su cofradía titular, por miembros del resto de hermandades palentinas.

    La primera meditación se celebra en la iglesia en la capilla de La Soledad, la segunda, en la iglesia de la iglesia de San Agustín, ante la Virgen de la Piedad; la tercera llaga en la Plaza de San Pablo, cuarta llaga en la Capilla de Jesús Nazareno y la última en la plaza San Agustín.

   La devoción a las Cinco Llagas, que concita la temática central de esta procesión, tiene su origen en los siglos doce y trece y fue iniciada por San Francisco de Asís quien, según la tradición, estando en éxtasis recibió directamente del Crucificado estos estigmas en su propio cuerpo

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