SALAMANCA, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -
Miles de salmantinos se han echado a la calle, especialmente a partir del mediodía, para disfrutar del Lunes de Aguas, una fiesta popular que se remonta a tiempos de Felipe II y que consiste en salir al campo o al parque para disfrutar en familia o con amigos de una merienda en la que no suele faltar el hornazo.
En una jornada marcada por el sol y el aumento de temperaturas respecto a días previos, lugares como el entorno del Puente Romano, La Aldehuela, Huerta Otea, el Paseo Fluvial, o espacios más alejados como Valcuevo o Puente Gudino, han comenzado a llenarse de jóvenes y familias.
Ya sin la obligatoriedad de llevar mascarilla, han sido también numerosos los que han recuperado la celebración de esta fiesta tras los meses más duros de pandemia, y debido al aumento de salmantinos en la calle se ha organizado un dispositivo especial tanto de Policía Nacional como Policía Local, o Guardia Civil en el exterior de la ciudad, para controlar el tráfico y evitar complicaciones en el tránsito de vehículos.
Entre las novedades, ha sido el primer año de la celebración del Festival Lunes de Aguas, que, organizado por el Ayuntamiento de la ciudad, ha contado ya a lo largo del fin de semana con actividades culturales y de ocio en torno a esta festividad, en el parque Elio Antonio de Nebrija y las inmediaciones del Puente Romano.
En cuanto al hornazo, han sido numerosas las colas de personas esperando para comprar este producto en panaderías y otros establecimientos de alimentación, otros en cambio lo han elaborado en sus casas con una receta en la que es tradición que lleve embutido de la matanza y lomo fresco, envuelto por una masa parecida a la de las empanadas.
