Trib.Petición de cárcel a los socios de una cooperativa agraria por atentar contra los recursos naturales en San Román

Trib.- Absuelto de agresión sexual un joven denunciado por su "follamiga", como así la definió en el juicio
EUROPA PRESS. - Archivo
Publicado: viernes, 24 mayo 2019 18:10

Fiscalía imputa a los tres acusados la destrucción de una importante zona de pinares para convertirla en superficie de regadío

VALLADOLID, 24 May. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia de Valladolid inicia juicio el próximo lunes, 27 de mayo, contra los tres socios de una cooperativa agraria por delito contra los recursos naturales y el medio ambiente por la actividad desplegada entre los años 2000 y 2014 en una extensa superficie, de unas 20 hectáreas, en San Román de Hornija, donde transformaron una zona de pinares del alto valor en cultivos de regadío.

Con carácter provisional, Benito H.L, Rubén H.M. y Esmeralda M.D, administrador único, interventor y secretaria, respectivamente, de la Sociedad Cooperativa Agrícola Matalobas, se exponen a una posible condena de dos años de prisión cada uno, así como al pago de una multa de 9.000 euros y al abono, en concepto de responsabilidad civil, de una indemnización de 19.614 euros en favor de la Junta y de otros 7.300 en su conjunto a repartir entre otros cuatro particulares perjudicados, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Fiscalía les acusa de que en su afán por obtener el mayor rendimiento económico posible, entre los años 2000 y 2014, fueron transformando pinares en cultivos de regadío a lo largo de unas veinte hectáreas de la zona de San Román de Hornija, con especial incidencia en unas 2,14 hectáreas colindantes del Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) Riberas del Río Duero y afluentes--el río Hornija forma parte del mismo--y las cercanías del Espacio Natural Protegido Reserva de Castronuño-Vega de Duero, donde habrían ocasionado un "perjuicio apreciable" para el medio natural y sus componentes.

En ese contexto, siempre según la acusación pública, los encausados llegaron a dejar en el centro de la superficie cultivada únicamente una pequeña masa arbolada de pino piñonero, arrancando los árboles y roturando parcelas no solo de su propiedad sino también de terceras personas, utilizando los terrenos forestales para almacenar aperos y maquinaria, colocando en ellos depósitos de gasoil y productos químicos destinados al abono de sus cultivos y, en algunos lugares, con el vertido de residuos de todo tipo, entre restos de basura, filtros de aceite de motor, garrafas de plástico...etc.

Las parcelas afectadas están calificadas como Suelo No Urbanizable Especialmente Protegido, equivalente a Suelo Rústico con Protección Natural, cuyo objetivo no es otro que garantizar la protección de las formaciones arbóreas de ribera, para regular los usos agrícolas intensivos colindantes con esas riberas y potenciar las áreas de recreo en las mismas y en los pinares, a los que impidieron el libre acceso al colocar en el camino dos postes metálicos y una cadena.

HÁBITAT DE LA FAUNA SILVESTRE

En su escrito, la fiscal del caso añade que la mayor parte de la superficie roturada procede de la tala y arranque de una masa adulta y bien consolidada de pino piñonero, hábitat idóneo para facilitar las condiciones necesarias para la reproducción de la fauna silvestre y especies propias, entre reptiles, aves y mamíferos, pero también de otras especies cuyas costumbres superan el ámbito propio del pinar.

También confiere la acusadora a la zona el valor como uno de los 'bosques-isla' asentados en la transición de las zonas agrícolas prácticamente desarboladas del sureste de la provincia de Zamora y las zonas forestales consolidadas de la Reserva Regional de Castronuño, cuya relevancia se debe a su función de refugio de la fauna.

En el presente caso, advierte de que la eliminación de la cubierta vegetal existente y la puesta en cultivo de los terrenos supone, entre otros efectos, la degradación de los suelos, el favorecimiento de los procesos erosivos y de la contaminación de las aguas superficiales y subterráneas por el arrastre o infiltración de productos fitosanitarios e insecticidas utilizados en los cultivos.

Añade la acusación que la zona de pinares devastada no volverá a producir sus efectos positivos hasta al menos dentro de unos 40 años.

Leer más acerca de: