EL PRAT DE LLOBREGAT (BARCELONA), 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
Unas 1.500 familias y jóvenes, según la organización, han despedido al Papa en el hangar de la aerolínea Iberia en el Aeropuerto de El Prat de Barcelona, que ha acogido el último acto oficial del Pontífice en su visita en España.
La mayoría de asistentes ha acudido desde Barcelona y su área metropolitana, aunque también los ha habido del resto de Catalunya y España, como fuera la veintena de religiosas, estudiantes y familias venidos del colegio San Agustín de Valdepeñas (Ciudad Real) que esperaban al Pontífice fuera de las instalaciones aeroportuarias.
Este grupo ha acudido con una gran pancarta blanca en cuyo centro había un corazón rojo, además de otras banderas, entre ellas una española, una colombiana que lucía una religiosa latinoamericana y otra de Kenia que llevaba una monja subsahariana.
En el interior del hangar, los asistentes han coreado canciones religiosas, pero también melodías populares acompañados por guitarras. Entre ellas, el popular 'Oé, oé, oé' típico de los grandes eventos deportivo, o la habanera tradicional catalana 'El meu avi' --'Mi abuelo' en castellano--.
Otros de los cánticos más coreados ha sido 'Esta es la juventud del Papa', y un sinfín de consignas que recordaban que el próximo año el Pontífice estará en Madrid, en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
La compañía de honor del Ejército de Tierra del cuartel del Bruc de Barcelona se ha encargado de poner música al evento. Por su parte, el público ha agitado con entusiasmo varias banderas.
En el acto ha habido familias, pero sobre todo, jóvenes. Entre ellos, María Navarro y Anna Noguera, dos barcelonesas de 24 años que han sido voluntarias durante la visita papal. Ambas participan en la parroquia de Santa Agnès, situada en el barrio de Sant Gervasi, y han resaltado que llevan en pie "desde las seis de la familia".
"Aquí hay más gente joven que gente mayor", ha comentado María, mientras Anna ha puesto de manifiesto la gran "austeridad" que en su opinión ha caracterizado la visita del Pontífice a la capital catalana.
María Verónica Vargas ha sido otra de las jóvenes que ha despedido al Papa en El Prat. Tiene 14 años, lucía una camiseta roja de la JMJ y un collar con una imagen de la Virgen. "Hay mucha gente que se aleja de la religión por pereza, sobre todo los adolescentes, pero no hay razones para dejar de creer en Dios. Somos apóstoles en el siglo XXI", ha resaltado esta chica.
Conchita Bejarano, otra veinteañera, ha venido desde Sant Cugat del Vallès (Barcelona) con un grupo de diez personas. "El Papa apela a la conciencia de una sociedad que tiene unos valores que coinciden con los de la Iglesia", ha dicho Conchita, quien ha lamentado los prejuicios que le ha supuesto a la hora de desplazarse la huelga de los FGC de este domingo.
"Llevamos todo el fin de semana acompañando al Papa en Barcelona desde que llegó, anoche estábamos en la Catedral y apenas hemos dormido", ha añadido Conchita.
