Alagna y Arteta harán un concierto reivindicativo

El Director Joan Pons, El Violinista Charles Courant Y El Director Michael Boder
Foto: EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 26 marzo 2012 16:19

Las negociaciones están "encalladas" y no se descartan nuevas movilizaciones

   BARCELONA, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -

Los trabajadores del Gran Teatre del Liceu de Barcelona quieren demostrar que el "alma" del teatro sigue viva pese a los últimos sobresaltos, y para demostrarlo han organizado para el 22 de abril un concierto especial.

Se trata de un concierto organizado al margen de la dirección, que tendrá a los cantantes Roberto Alagna, Joan Pons y Ainhoa Arteta como principales reclamos.

   También contará con los tres directores musicales titulares que el teatro ha tenido desde su reinauguración: Bertrand de Billy, Sebastian Weigle y el actual, Michael Boder, que este lunes en rueda de prensa se ha mostrado muy crítico con la gestión de la dirección del teatro.

   Además, se ha sumado el maestro Josep Pons, que será el director musical titular a partir de la próxima temporada; las entradas se pondrán a la venta el 10 de abril con un precio único de 15 euros y servirán para pagar el traslado y el alojamiento de los artistas, que actuarán gratis.

   El concierto será un recorrido cronológico por la historia reciente del Liceu y presentará otros artistas de primera línea que los trabajadores todavía no han querido desvelar; otros, como Plácido Domingo, no podrán asistir por problemas de agenda, pero enviarán vídeos de apoyo.

   El violinista de la orquesta Charles Courant ha explicado que el objetivo es agradecer el apoyo del público, los abonados y los mecenas en los últimos meses, con amenazas de ERE y huelga, y una programación cancelada de la cual la dirección sólo consiguió recuperar al 100% un título, 'Pélleas et Mélisande'.

   Pero además, el concierto evidencia la distancia cada vez más grande entre el comité de empresa y los gestores del teatro, ya que de hecho, antes de este proyecto la dirección había previsto para el día 22 por la tarde un concierto --sin concretar el programa-- que formaba parte del plan B tras las cancelaciones, pero se han visto obligados a retirarlo ante la potencia de este concierto alternativo.

   Este recital del 22 de abril será la única actividad artística que los trabajadores harán ese mes en el Liceu ante la incapacidad de la dirección para recuperar más títulos --"mejor que nada", ha dicho con ironía Boder-- y lo preparan fuera del horario laboral, no cobrarán por todas las horas extra que implica.

   Ante la previsible avalancha de público por lo popular del precio de las entradas y la calidad de la propuesta, los trabajadores no descartan habilitar una pantalla gigante en el exterior y aseguran tener una lista de patrocinadores dispuestos a ayudarles.

   Courant ha remarcado que la retirada del ERE no ha llevado la paz al Liceu, porque el teatro es una gran máquina "que se atasca si la incompetencia y la mezquindad se apoderan de su engranaje", y en este sentido ha subrayado que no hay 'feedback' con el director general, Joan Francesc Marco, y que la máxima comunicación tiene lugar con el director artístico, Joan Matabosch.

   Sobre la falta de diálogo Boder ha pedido que haya cambios en el timón del teatro y ha hecho una referencia velada a Marco: "Si tienes a alguien que intenta bloquear las ideas tienes a la persona equivocada", ha lamentado.

   Pons, que le relevará como director musical en septiembre, ha sido más prudente --"no quiero interferir"--, aunque ha lamentado no estar en la mesa de negociaciones sobre el futuro marco laboral de los trabajadores, algo bastante importante teniendo en cuenta que su proyecto de modernización del departamento musical podría verse truncado por los recortes.

NEGOCIACIONES ENCALLADAS

   El representante del comité de empresa, Manuel Martínez, ha asegurado que las negociaciones para consensuar este nuevo marco laboral están encalladas porque las propuestas de la dirección son "entre ridículas y muy ridículas", pues ni siquiera se sabe todavía cómo afectará a cada trabajador la cesión temporal de sueldo que permitió llegar al acuerdo.

   "Empieza a pasar mucho tiempo, es exagerado un mes sin haber hecho nada", ha criticado Martínez, que ha alertado que si el día que finaliza el plazo de negociación --el 15 de mayo-- la empresa presenta un pacto de forma unilateral lo normal sería impugnarlo.

   Martínez también ha recriminado que en el último mes ha habido tres despidos improcedentes, y que si la dirección --que los trabajadores consideran deslegitimada para negociar-- sigue sin voluntad de diálogo "pueden pasar muchas cosas", entre ellas nuevas movilizaciones.