Alfredo Sanzol viaja desde el Teatre Lliure a la luna a partir de sus recuerdos más primarios

'En La Luna' De Alfredo Sanzol
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 27 marzo 2012 17:01

BARCELONA, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -

El dramaturgo y director de escena Alfredo Sanzol viaja a la luna a partir de sus primeros recuerdos de la infancia, que vivió en plena Transición en los años 70, con la obra 'En la luna', que acogerá el Teatre Lliure de Gràcia de Barcelona desde este miércoles hasta el 1 de abril.

Según Sanzol, hay recuerdos que quedan en el fondo de la memoria, en una "zona oscura del cerebro" y reaparecen cuando menos lo esperas influyendo mucho en la vida de las personas, y él ha intentado llegar a ella, según ha explicado este martes en rueda de prensa.

La interpretación estará a cargo de Juan Codina, Palmira Ferrer, Núria Mancía, Luis Moreno, Jesús Noguero y Lucía Quintero, que ha intervenido en prácticamente todos los montajes dirigidos por Sanzol.

El espectáculo, coproducido por el Teatro de la Abadía de Madrid, está compuesto por 15 'sketches' que van creando una línea subterránea de narración en base a éstos recuerdos y acaban generando una "sensación de conjunto e historia larga", ha afirmado Sanzol.

El argumento se sitúa en los años 70, generación a la que el director pertenece y que vivió la muerte de Franco y el período de Transición, un momento muy intenso que él no ve como una fase histórica, sino como "algo que entraba en las casas y afectaba a los mayores".

La Transición impregna sus primeros recuerdos: aunque su condición de niño no le permitía entender lo que pasaba, vivió un sinfín de sensaciones que se le quedaron grabadas, y por esta razón, más que de historia, 'En la luna' habla de emociones, vivencias y paradojas de la vida con las que "gente de todo el mundo puede identificarse".

Sanzol ha asegurado que los artistas sirven para que, a partir de sus experiencias, hagan entender a la gente cosas de su propia vida; "el arte es la expresión de la vida, una síntesis de sus pensamientos y conflictos".

El detonante de esta aventura fue el nacimiento de su hijo, y la necesidad de empatizar con él le exigió entender y comprender al niño que él también fue pero, al contrario de lo que pueda parecer, el resultado no es autobiográfico, sino que se basa en tres pilares: sus recuerdos, Google y lo que ve en el día a día.

Google es una herramienta que Sanzol utiliza a menudo para inspirarse y saltar de la página en blanco porque le permite hacer conexiones y le abre "mundos de referencias y asociaciones", y de la mezcla con los dos otros pilares, inventa sus historias.

Sanzol sitúa el montaje en la luna para poder darse la libertad de crear un espacio que no fuera real, ya que en la tierra todo es conocido y "conlleva sus condicionantes", pero por contraste, todo lo que pasa es muy terrenal.

Respecto a la escenografía, Sanzol ha contado con la colaboración de Alejandro Andújar, cuyo trabajo ha considerado excelente ya que sus espacios son "mundos en los que apetece estar y jugar"; son reales y al mismo tiempo oníricos.