Barcelona destina 4,5 millones a una nueva pintura antivandálica para el mobiliario urbano

Aplicación De La Pintura Antivandálica En Una Farola De La Plaza Reial
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 5 octubre 2011 15:47

La limpieza de grafitis y adhesivos cuesta otros 4,5 millones anuales al consistorio

BARCELONA, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Ayuntamiento de Barcelona ha dedicado 4,5 millones de euros para pintar 28.000 elementos de mobiliario urbano municipal --farolas, semáforos y postes de señales, entre otros-- de toda la ciudad con una pintura antivandálica con fin preventivo.

Se trata de una pintura que mejora la que ya se había aplicado entre 2005 y 2007, y que pretende evitar el elevado dispendio de otros 4,5 millones anuales para las arcas municipales de la limpieza de este mobiliario por grafitis, adhesivos y orines de perro.

En declaraciones a los medios, el concejal de Medio Ambiente, Joan Puigdollers, ha explicado que pintan para que "sea más difícil hacer pintadas y enganchar elementos que después deterioran el mobiliario urbano desde el punto de vista estético y de funcionamiento".

La nueva pintura, que ya tienen 26.670 elementos urbanos y que alcanzará los 28.000 a finales de año, supone una progresión técnica en relación a la anterior, que era rugosa, lo que dificultaba que se pintara encima pero también su limpieza, y saltaba a trozos.

El incivismo en el mobiliario urbano está generalizado por toda la ciudad, y Puigdollers ha constatado que en los tres primeros meses en el Gobierno municipal "no ha mejorado".

Ha subrayado que los 4,5 millones anuales se podrían ahorrar "si los ciudadanos tuviesen la actitud cívica de no ensuciar", y en plena crisis se podrían destinar a otros asuntos.

La Guardia Urbana persigue el incivismo en el mobiliario y se sanciona a través de las ordenanzas municipales, y en lo que va de año ya han impuesto unas 200 multas, aunque es difícil porque sólo se puede sancionar si el infractor es pillado con las manos en la masa.

La pintura se aplica sobre elementos metálicos y en un primer momento deja el mobiliario con una capa que queda brillante, lo que se va atenuando por el efecto su exposición a las condiciones atmosféricas y a la polución.