BARCELONA, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
El nuevo director de La Virreina Centre de la Imatge, Carles Guerra, planteó hoy la nueva programación del centro entorno a dos polos: el gran mito de La Rambla y el 'Antifotoperiodismo', éste último no para "asesinarlo" sino para analizar su "muerte lenta".
Junto al delegado de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Martí, Guerra aseguró que La Rambla podría verse como "una ciudad dentro de la ciudad" en la que la heterogeneidad es el mayor patrimonio, pero en cambio los medios de comunicación lo suelen representar como "el espacio más conflictivo y degradado de la ciudad".
La 'Guía secreta de La Rambla', como se llamará el compendio de exposiciones sobre esta zona barcelonesa, se abrirá con una muestra gráfica dedicada a Ocaña, personaje de la Transición dado a las 'performances' y de papel destacado en las manifestaciones gay, y otra que compendia más de 100 imagenes hechas por Frederic Ballell entre 1907 y 1908 a los habitantes de La Rambla.
También habrá un recorrido diacrónico, con imagenes de diversos archivos de la ciudad y producciones contemporáneas, para configurar un atlas minucioso de esta calle, y se revisitará en otra sala el libro 'Barcelona en blanc i negre' (1964), uno de los más influyentes en la construcción fotográfica de Barcelona. Las muestras se acompañarán de proyecciones y un documental sobre la llegada de la heroína y los primeros casos de sida a la ciudad.
El fotoperiodismo se empezará a abordar en mayo con una miniretrospectiva de Hito Steyerl, una exposición del joven Bruno Serralongue, fotógrafo francés que asiste a acontecimientos globales y que hace "una de las críticas más interesantes del fotoperiodismo", según Guerra, y una gran exposición, 'Antifotoperiodismo', que pone en evidencia las limitaciones de este trabajo y la explosión de formas alternativas a la cobertura de los acontecimientos.
TIENDA ESPECIALIZADA, NO UN SUPERMERCADO
Para Martí, el Centre de la Imatge será, bajo la tutela de Guerra, una "tienda especializada, no un supermercado", ya que en un momento en que los programadores tratan de tocar tantas cuerdas como sea posible, según el delegado, Guerra explorará pocos temas pero a fondo.
Guerra, elegido por concurso por el Consell de Cultura de Barcelona, indicó que el Centre de la Imatge hasta ahora se ha caracterizado por tener una programación "básicamente expositiva", y él ha tratado de "reordenar las piezas para que también resuenen los debates". En ese sentido, prevén que la Sala Xavier Miserachs sea un espacio de archivo, educativo y de auditorio.
Las exposiciones pasarán a ocupar la planta 2 del edificio y se hará un nuevo acceso para que el recorrido sea circular, no como actualmente que la entrada en el medio "hace dudar" de si el principio es hacia la derecha o la izquierda.
Esa reorganización progresiva permitirá tener una "oferta más diversificada" y "heterogénea" para llegar a intereses "más diversos". Hasta ahora el Centre de la Imatge ha tenido unas cifras "discretas" de visitas, aseguró Guerra.
Avisó que La Virreina no será "una pared propagandística" del Institut de Cultura de Barcelona (Icub) --que también está instalado en este edificio-- sino que la restauración será "crítica" y enfocada a "entender el edificio".
Su objetivo final es abrirse a la plaza de les Pageses, contigua al edificio, porque el "sandwich" en el que está, entre el "aparato institucional y La Rambla" hace que la remodelación sea difícil y se tenga que limitar a pequeñas obras de apertura de espacios y ventanas o quitar algunos elementos arquitectónicos.
