BARCELONA 20 Ago. (EUROPA PRESS) -
El responsable de movilidad de CC.OO. Catalunya, Jaume Vernet, ha reclamado un carril bus en la B-23, que iría desde la Avenida Diagonal hasta la salida de la autovía A-2 y Ronda Litoral, para mejorar el acceso del transporte público a la ciudad de Barcelona.
En rueda de prensa, Vernet ha concretado que el nuevo carril bus supondría transportar más personas con menos vehículos, reduciendo así las congestiones, los accidentes, el consumo energético y el impacto medioambiental a la vez que favorecería la intermodalidad.
Actualmente, en hora punta de la mañana, el 70% de los vehículos están ocupados por una sola persona y la intensidad media diaria de la B-23 es de 119.080 vehículos, concentrándose las mayores retenciones entre las 08.00 horas y las 09.00, y las 18.00 y las 19.00.
Por su parte, 400 autobuses diarios utilizan la B-23 mientras que 145 circulan por esta vía en hora punta de la mañana con una media de ocupación del 80%, es decir, con 8.100 pasajeros.
En términos de capacidad, considerando la ocupación actual del vehículo privado de una persona por vehículo y tres carriles de circulación, la capacidad del carril es de 2.000 vehículos por hora, es decir, 7.200 pasajeros por hora. En cambio, por un sólo carril bus y 80 ocupantes por vehículo podrían circular hasta 9.600 usuarios.
El carril bus en la B-23 también permitiría una reducción de cinco minutos y medio en cada viaje en hora punta y reduciría notablemente las congestiones. Vernet ha destacado la importancia de este punto porque "con las congestiones se pierde la disminución de horas de trabajo conseguidas en los convenios con las empresas".
CC.OO. ha sostenido en todo momento que el nuevo carril bus es una propuesta realista dentro de un contexto de crisis por su bajo coste, ya que sólo supondría delimitar el carril mediante pintura azul, y por los puestos de trabajo que generaría.
El sindicato ha considerado que la propuesta es más que viable porque debido a la limitación de velocidad a 80 km/h en las entradas de Barcelona se pueden estrechar los carriles de la B-23 pasando de los 3,75 metros actuales a 3 metros.
Con el carril bus también se incorporarían pórticos de señalización variable, teléfonos de asistencia, señales de balizamiento luminosas y se podría usar como carril de emergencias.
Vernet ha recordado que la experiencia del carril bus en la Gran Via Nord (C-31) ha sido muy positiva y ha asegurado haber enviado la propuesta a las administraciones, entidades de movilidad y a los partidos políticos para que la incluyan en sus programas electorales.