Recuerda que la gente ya ha pagado otras inversiones privadas como autopistas y bancos
BARCELONA, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -
La líder de Barcelona en Comú para las elecciones municipales, Ada Colau, ha confiado este miércoles en que la L9 de Metro no se acabe privatizando, porque las privatizaciones "acaban saliendo más caras, ya que las empresas acaban pidiendo créditos que acaban pagando los ciudadanos".
Al preguntársele en rueda de prensa, ha advertido de que "la inversión que las empresas tendrían que hacer no la harían poniéndolo de su bolsillo, sino que se endeudarían, y esta deuda generaría unos intereses enormes que revertirían en las tarifas y acabaría pagando la ciudadanía".
Además, ha recordado: "Si por casualidad quebraran, como ha pasado ya con las autopistas y con las entidades financieras, lo acabaríamos pagando todos hasta dos y tres veces", en alusión implícita a las autopistas radiales de la Comunidad de Madrid.
Para Colau, la propuesta de privatización de los derechos básicos, como la movilidad, es "la política general de CiU que ya se ha demostrado como un fracaso absoluto y rotundo", y ha citado otros casos, como el agua, los suministros y la vivienda.
"Dejar en manos de intereses mercantilistas, de grandes lobbies, lo que son derechos básicos no funciona porque se anteponen los intereses de multinacionales y empresas al interés general", ha advertido.
Por eso, ha propuesto auditar todo el proceso que ha vivido la L9, obra en la que se han abierto agujeros en la ciudad que se han tenido que volver a tapar --ha destacado--, por lo que ve "indicios de mala gestión y de ser otro caso como la burbuja inmobiliaria", y ha añadido que deberían exigirse responsabilidades según el resultado de la auditoría.
También ha lamentado el concepto por el que se quiere impulsar esta línea, que, a su juicio, no prioriza la demanda histórica de un barrio (La Marina-Zona Franca) aislado del resto de la ciudad, mientras sólo se habla de "priorizar los negocios y la Fira", estudiando cómo hacer llegar la vía al Aeropuerto, que ha recordado que ya tiene un tren y un autobús.
