Cruz Roja garantiza más de 40.000 menús diarios a domicilio a más de 200 ancianos

BARCELONA 7 Ago. (EUROPA PRESS) -

Cruz Roja de Catalunya ha repartido este año un total de 40.547 comidas diarias a domicilio a 219 personas vulnerables, especialmente ancianos, con dificultades de movilidad o que se encuentran en situación de extrema pobreza.

Según ha explicado a Europa Press la coordinadora de Cruz Roja en Tarragona, Anna Sabaté, este programa nació hace 15 años con un espíritu local, para cubrir las necesidades alimentarias y afectivas de personas en riesgo de exclusión que no podían alimentarse por sí solas con garantías, aunque tras la crisis, la entidad ha empezado a atender también a familias y niños sin recursos.

Voluntarios y profesionales de la entidad humanitaria acuden dos veces por semana al domicilio de los beneficiarios y les llenan la nevera con comida preparada para sus necesidades específicas y elaborada en base a una dieta equilibrada.

Se trata, mayoritariamente, de ancianos con carencias económicas y afectivas importantes que cuentan con una red social muy débil, y este programa permitió ayudar a 283 de ellos en 2011 con 92.637 comidas repartidas.

"Este programa tiene mayor sentido en las zonas urbanas, donde la red vecinal no tiene tanta importancia como en los pueblos, donde los vecinos se ayudan unos a otros", ha añadido Sabaté, recordando que el reparto cubre los 365 días del año.

Cruz Roja garantiza un menú diario --primer plato, segundo plato y postre-- a los usuarios, siendo este el único sustento alimenticio del que disponen algunos de ellos, que carecen de suficientes recursos para comprar alimentos o no pueden desplazarse al supermercado por problemas de movilidad y demencia.

HACER COMPAÑÍA

Según ha explicado a Europa Press una de las beneficiarias del programa, Amparo, de 77 años, los voluntarios de Cruz Roja "además de repartir la comida hacen compañía", factor clave en la lucha contra la exclusión social completa de los usuarios.

"Soy de poco comer, por lo que muchos días lo único que ingiero es el menú que me traen", ha añadido, recordando que gracias a Cruz Roja también puede disponer de una estufa durante el invierno.

Amparo, viuda, vive sola en un piso de alquiler desde hace 13 años y gracias a Pepe, el voluntario que le lleva los menús semanales todos los lunes y miércoles, puede leer las cartas que le llegan y anotar todo aquello que necesita, pues su analfabetismo le impide "ser autónoma, tener una vida normal".

Además de proporcionarle una comida diaria, que no podría costear con su escueta pensión, Cruz Roja le aporta calidad de vida y compañía, como al resto de personas de las ciudades de Tarragona, Cambrils, Reus, Lleida, Palafrugell, Banyoles y Vilafranca del Penedès, en los que está implantado el programa y pueden hacer uso de él.

La mayoría de los beneficiarios acceden al reparto de menús a domicilio a través de los servicios sociales, aunque la entidad no descarta seguir ampliando el abanico de ayudas para llegar a otro tipo de perfiles, como enfermos y niños.