LLEIDA 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de Ipcena, Joan Vázquez, ha anunciado este viernes que un grupo de entidades ecologistas de España y de Francia encargarán un estudio para valorar posibles acciones jurídicas por la muerte del oso Cachou, que fue encontrado la semana pasada en Les (Lleida) y que según informó el Conselh Generau d'Aran podría haber sido atacado por otro oso y haberse despeñado unos 40 metros de altura por un terreno muy abrupto.
Vázquez ha hecho este anuncio en una rueda de prensa telemática en la que han participado también el presidente del Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas), Roberto Hartasanchez; la delegada de Seo Bird/Life a Catalunya, Cristina Sánchez, y el presidente de Fonds d'Intervention Écopastorale Pirineus Francesos, Gérard Caussimont.
Las entidades han insistido en el mensaje que dieron el miércoles cuando apuntaron que "no era creíble" afirmar que el oso Cachou se hubiera peleado con otro oso, fundamentalmente porque el animal no tiene signos de lucha y apuntan que la sonrisa sardónica que mostraba en las imágenes de los agentes rurales podría apuntar envenenamiento.
Han apuntado que este es un dato que no puede confirmarse sin analítica, por lo que han pedido una necropsia independiente, aludiendo así al centro de referencia CAD de Málaga para comparar resultados con la del Servicio de Ecopatología de Fauna Salvaje de la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB).
PRODUCTO QUÍMICO PARA CARROÑA
Vázquez ha precisado que el informe que encargarán las entidades analizará también el uso de un producto químico aversivo utilizado en carroña de caballos que se probó en octubre para 2019, no porque las entidades consideren que está relacionado con la muerte del oso sino para mostrar el rechazo a esa práctica, que según ha explicado no está recogida en el protocolo de osos problemáticos que firmó el Estado con las comunidades autónomas.
El jueves el Conselh Generau d'Aran aseguró que se desestima la relación de la muerte del oso con el acondicionamiento químico aversivo realizado en octubre de 2019 para frenar los ataques a caballos.
El Conselh explicó que "únicamente se administró una dosis, y la ingesta de una sola dosis controlada del producto suministrado (basado en antecedentes científicos sólidos y testado en osos en cautiverio), se metaboliza en pocas horas y no es bioacumulable".
Vázquez ha explicado que las entidades ecologistas no han relacionado la aplicación del producto en octubre con la muerte de Cachou, aunque sí consideran que hacerlo no está recogido en el protocolo.