BARCELONA, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
La ex pareja de Gemma Montull y funcionario de la subdirección general de control de empresas y entidades públicas entre 2002 y 2005, Enric Fernández, explicó hoy que las irregularidades del Palau de la Música se hubieran detectado si la Generalitat hubiera podido auditar las cuentas del Orfeó Català.
En su comparecencia en la comisión de investigación del Parlament sobre la deriva política del 'caso Millet', consideró que fue imposible detectar el fraude de los dos ex responsables del Palau de la Música, Fèlix Millet y Jordi Montull, porque "había una entidad en la que no se podía entrar en su contabilidad", el Orfeó Català.
Fernández negó que su relación con la ex directora financiera del Palau, Gemma Montull, influyera en las auditorias que realizaba la subdirección general de control de empresas y entidades públicas, y recordó que él formaba parte del equipo auditor, pero que era el subdirector general quien avalaba los resultados.
Admitió que las transacciones del Orfeó reflejan que hubo un "descontrol", pese a todas las pruebas y certificados que se pidieron en su momento. "Se hizo de todo y las pruebas siempre fueron correctas. De todo excepto una cosa: entrar en la contabilidad de una entidad privada", dijo en alusión al Orfeó.
Fernández celebró que la modificación de la Ley de Finanzas Públicas ya incluya la posibilidad de auditar las cuentas del Orfeó, lo que evitará que esto "no vuelva a pasar nunca".
También explicó que no recibió "ninguna indicación de la Sindicatura de Cuentas" sobre las cuentas del Palau, a pesar de que en 2002 alertó de irregularidades en el Consorcio del Palau de la Música.
En el transcurso de su intervención, Fernández se mostró molesto con algunas cuestiones que le plantearon los diputados al considerar que invadían su ámbito privado, como su relación con Gemma Montull, y no respondían al objeto de la comisión de investigación.
Fernández aseguró que desconocía si el Palau de la Música financió a algún partido político, y se negó a responder si le parecía ético que la fundación Trias Fargas, próxima a CDC, hubiera recibido donaciones del Palau.
