El II Congreso Internacional para la erradicación de las violencias machistas arranca este lunes de forma telemática
BARCELONA, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las expertas en género y activistas feministas que han intervenido en la primera jornada del II Congreso Internacional para la erradicación de las violencias machistas han alertado de que la pandemia ha agravado las "desigualdades estructurales" entre hombres y mujeres.
El Congreso, que organiza el Institut Català de les Dones (ICD), ha empezado este lunes de forma telemática y seguirá hasta el miércoles 28 de octubre, con 1.600 personas inscritas de 40 ámbitos laborales diferentes, ha informado el Govern en un comunicado.
La presidenta del ICD, Laura Martínez, ha destacado que esta edición recorre "el trabajo, la experiencia y la fuerza que los movimientos de mujeres, asociaciones, prestadoras de servicios, las administraciones públicas y todas las mujeres en situación de violencia machista han puesto sobre la mesa para resistir violencias en tiempos de Covid-19".
En este contexto, la directora general del ICD, Núria Ramon, ha explicado que al empezar la pandemia la entidad reorganizó los servicios de atención a víctimas de violencia machista con nuevas estrategias: "Desde el primer día, nuestra principal preocupación fue garantizar la atención y el acompañamiento a las mujeres en situación de violencias machistas".
En el discurso inaugural, la consellera de la Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha abogado por "dar una mejor atención y apoyo a las mujeres" que se encuentran en este tipo de situaciones.
RIESGOS PSICOSOCIALES
En el marco del congreso, la socióloga e investigadora Clara Llorens ha presentado un estudio sobre las condiciones de trabajo y la salud en el contexto del Covid-19, que recoge la experiencia de unas 20.000 personas encuestadas entre el 4 y el 10 de mayo de este año.
La experta alerta de los riesgos psicosociolaborales identificados en el estudio: "Se trata de efectos graves sobre la salud que tenemos identificados desde hace un siglo, y ahora las ocupaciones feminizadas y de cuidados, poco valoradas socialmente, son las que están más expuestas".
En concreto, ha advertido de que "las médicas quintuplicaron el consumo de tranquilizantes y somníferos, y las auxiliares de enfermería lo han triplicado", lo que sitúa como ejemplo de que la situación laboral de las afectadas puede convertirse en un problema de salud.
ECONOMÍA PRODUCTIVA Y DE CUIDADOS
En la mesa redonda 'La crisis de los cuidados y su impacto en tiempo de pandemia', la activista Sandra Ezquerra ha destacado que el Covid-19 ha puesto de manifiesto que "hay una íntima relación entre economía productiva y de cuidados", que se concreta en la relación entre lo público y lo privado.
"Es necesario reivindicar el sistema informal de salud, personas que cuidan del hogar o de personas mayores y que no se han visto reflejadas en las estadísticas", ha sostenido Ezquerra, que también es directora de la Cátedra de la Unesco Mujeres, Desarrollo y Culturas de la Universidad de Vic (Barcelona).
La doctora en Sociología Sara Moreno ha sostenido que durante el confinamiento hubo cambios en el reparto de las labores domésticas que no revirtieran en una mayor igualdad: "Los hombres salieron a hacer la compra cuando salir de casa era un privilegio".
"El trabajo remunerado de los hombres siempre ha salido antes de la crisis. La más reciente, la de 2008. Por eso debemos invertir los papeles y tendría que haber más inversión", ha defendido.
PONER LA VIDA EN EL CENTRO
La escritora, profesora y activista feminista Silvia Federici ha pedido trabajar en nuevas estructuras familiares más abiertas y poner "la vida en el centro" para acabar con la desigualdad, sin olvidar logros del feminismo como el reconocimiento de las labores de crianza.
Por su parte, la directora del Instituto Canario de Igualdad, Kika Fumero, ha presentado la iniciativa 'Mascarilla 19' --palabra clave que pueden utilizar las mujeres víctimas de violencia machista cuando van a la farmacia para pedir ayuda--.
