El Govern aprueba el Plan Territorial de las Terres de l'Ebre

Europa Press Catalunya
Actualizado: martes, 27 julio 2010 17:45

BARCELONA / TARRAGONA 27 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Govern ha aprobado este martes el Plan Territorial de las Terres de l'Ebre, que regula el desarrollo urbanístico de cuatro comarcas tarraconenses --Baix Ebre, Montsià, Ribera d'Ebre y Terra Alta-- y también propone medidas para mejorar sus infraestructuras.

Con la aprobación de este plan, todas las regiones de Catalunya cuentan con su plan territorial propio con la excepción de las comarcas de Girona, cuyo planeamiento territorial se aprobará tras las vacaciones de verano.

Las Terres de l'Ebre representan el diez por ciento del territorio de Catalunya, con una densidad urbanística inferior a la media catalana, que destaca porque tiene un porcentaje mayor de zonas de cultivo y espacios naturales que la media.

Si en 2001 en estas cuatro comarcas vivían casi 142.000 personas, hoy ya son más de 180.000, y el objetivo del Govern es que en 2026 haya como máximo 203.000 personas, y que la ocupación pase de los 68.000 puestos de trabajo que había hace nueve años a 102.500 en 2026. En cuanto a número de viviendas, se estima que se pasarán de las 55.000 registradas en 2001 a más de 75.000.

Según el Govern, todas estas cifras justifican una nueva planificación eficiente del territorio, que consagre una mayor protección del suelo no urbanizable, garantice la mejora de la movilidad y el crecimiento urbanístico racional.

El plan pone especial atención en las áreas no urbanizables, que representan casi dos tercios del total del terreno de estas cuatro comarcas. Entre ellas, destacan zonas protegidas como el delta del Ebre y cordilleras como los Ports de Besseit, las Muntanyes de Prades y la serra de Cardó, entre otras.

Otro de los retos del documento es la planificación urbanística. Actualmente, dos tercios de la población de las Terres de l'Ebre viven en nueve municipios, por lo que el plan detalla los municipios que tienen más margen para crecer, y las localidades que deben mantener su carácter rural.

En cuanto a movilidad, el plan se marca como objetivo diversas obras. Entre ellas, nuevos enlaces a la AP-7, la reconversión de la N-340 en la autovía A-7, la reconversión en autovía de la C-12 entre Amposta y Lleida, la construcción de varias variantes y la mejora de carreteras secundarias.

En el ámbito ferroviario, además del futuro Corredor del Mediterráneo en alta velocidad, el plan propone estudiar la recuperación de algunas de las líneas férreas que fueron clausuradas décadas atrás, y la mejora de la actual línea de ancho ibérico entre Reus y Casp.

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