BARCELONA 10 May. (EUROPA PRESS) -
El guardia urbano de Barcelona presuntamente implicado en la trama que robaba contenedores del Puerto permanece a la espera de declarar ante la titular del Juzgado de Instrucción número 18, que instruye el caso.
Según informaron a Europa Press fuentes jurídicas, el urbano fue detenido y estuvo un día en la comisaría de Les Corts, donde declaró ante los Mossos, aunque finalmente quedó en libertad a la espera de declarar ante la juez.
Se desconocen los cargos exactos que se le imputan, si bien en un momento se le relacionó con el traslado de los contenedores que robaba la trama, que ya acumula una treintena de implicados.
Por el momento, ya han declarado 14 de los 21 detenidos, y cuatro de ellos ya están en prisión, entre ellos, el sargento de la Guardia Civil, jefe de la Policía Judicial del Puerto, que presuntamente facilitaba la salida de los contenedores e indicaba cuáles interesaba robar, y un responsable de los controles de salida del recinto portuario.
Según la citada fuente, hay dos ciudadanos chinos implicados en la trama, y uno de ellos todavía no ha sido detenido y lo están buscando.
La trama está acusada de los delitos de asociación ilícita, robo con fuerza de contenedores, contrabando --por la introducción de 550.000 cajetillas de tabaco desde China evitando los controles, que iba a recibir una empresa de Alicante--.
También de un delito contra la salud pública por manejar tabaco de contrabando, contra la propiedad industrial, falsificación de efectos timbrados y receptación, además de revelación de secretos para el sargento de la Guardia Civil.
Este grupo detectaba los contenedores que podían contener mercancía de valor y que podía revenderse con facilidad y los apartaba, para después trasladarlos hasta una nave industrial en un polígono del área metropolitana de Barcelona, donde los vaciaban y los rellenaban de piedras y arena para simular que el cargamento seguía dentro.
Entonces lo volvían a introducir en el Puerto, tratando de no levantar sospechas, y una vez allí seguía su camino hasta el destino final, y solo cuando los destinatarios lo abrían se daban cuenta del cambiazo.
Además, facilitaba la introducción de contenedores que traían productos falsificados desde China, entre ellos, contenedores de tabaco, haciendo que se saltaran los controles, informaron fuentes judiciales.