BARCELONA 1 Nov. (EUROPA PRESS) -
La titular del Juzgado de Instrucción 7 de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) ha cerrado la investigación del homicidio de un agente de la Guardia Urbana presuntamente cometido por su novia y el examante de ella (los dos, policías del cuerpo) y está a punto de confirmar la conclusión de la instrucción y solicitar la apertura del juicio oral, después de que las partes hayan pedido las últimas diligencias pendientes.
Este caso será juzgado por un Jurado Popular en la Audiencia de Barcelona, por lo que los trámites que se están haciendo se basan en la Ley Orgánica del Tribunal del Jurado, que prevé, antes de mandarlo a juicio, una comparecencia preliminar de las partes para informar de las peticiones de pena.
En un auto, el Juzgado cerró la instrucción y dio cinco días a las partes para pedir las diligencias que consideraban pendientes, un trámite que ya se ha cumplimentado, por lo que se prevé que en breve se dicte la solicitud de apertura de juicio oral y se de traslado a las acusaciones y defensas para que hagan sus calificaciones, para celebrar posteriormente la citada comparecencia.
Fuentes jurídicas han explicado a Europa Press que la Fiscalía de Vilanova ha solicitado, en este trámite del artículo 27.2 de la Ley del Jurado de petición de prueba, algunas diligencias secundarias necesarias para cerrar la instrucción, por lo que el ministerio público prevé que se cierre en un muy breve plazo.
Por su parte, la defensa de Rosa P. ha solicitado en este trámite que se aporten las transcripciones de las declaraciones del otro acusado, Albert L., y del reconocimiento de los hechos, mientras que dicho acusado no ha solicitado la práctica de nuevas pruebas, según fuentes de ambas defensas.
CUERPO CALCINADO
El 4 de mayo de 2017 se encontró el cadáver de Pedro R. en el maletero de un vehículo quemado en una pista forestal cerca del pantano de Foix, en Castellet i la Gornal (Barcelona), y según el primer informe forense, la muerte fue violenta, de origen homicida, aunque las causas no eran determinables al estar el cuerpo calcinado, si bien posteriormente ha habido varias versiones, como que fue estrangulado.
La primera versión que sostuvo Rosa P., que convivía con la víctima en Vilanova i la Geltrú, cuando se descubrió el cadáver fue que no le veía desde el 2 de mayo, cuando se discutió con él por los numerosos "conflictos judiciales" que tenían ambos en su entorno profesional y personal: ella estaba en pleno caso judicial por el envío de una foto sexual por parte de un examante --del que un subinspector fue absuelto-- y él había sido apartado por cuestiones disciplinarias.
Al día siguiente de la supuesta marcha de Pedro R. por la discusión, Rosa P. y su examante Albert L. pasaron el día y la noche juntos en el domicilio en que vivía ella con la víctima, lo que ya disparó las alarmas de los investigadores, que sospecharon de ellos desde el principio porque Pedro R. era muy celoso y ese encuentro denotaba que ambos sabían que no iba a regresar.
La investigación de los Mossos d'Esquadra permitió ubicar, gracias a los repetidores de telefonía móvil, la noche del 1 al 2 de mayo a Albert L. en el domicilio de la pareja en Vilanova, en plena madrugada y por la mañana, igual que a Rosa P. y a la víctima, y concluyeron que durante esa noche se produjo el crimen.
Los dos investigados por este crimen, que siguen en prisión provisional actualmente por presunto homicidio, se han acusado mútuamente de los hechos, y han cambiado en varias ocasiones sus versiones.
Los hechos supuestamente ocurrieron cuando las dos hijas de Rosa P. estaban en la casa de Vilanova y, según explicó en su día la actual pareja del padre de las menores, una de ellas le explicó que vio a su madre llena de sangre ese día y lavándose con lejía.