Joan-Pere Viladecans en su estudio
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 5 julio 2017 15:21

   Pinta los dípticos 'Patrimoni i memòria 2017', una relectura de su obra de 2007

   BARCELONA, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -

   El artista Joan-Pere Viladecans ha pintado los diez dípticos 'Patrimoni i memòria 2017' (Edicions de L'Eixample), una relectura de su obra 'Patrimoni i memòria' hecha en 2007 en la que realizaba un recorrido poético sobre la memoria individual y colectiva y la fragilidad humana, y ha afirmado: "Cada vez que coges un pincel te enfrentas a la Historia del Arte completa".

   En una entrevista de Europa Press, ha detallado que en su trabajo hay, sobre todo, un proceso muy grande de depuración, "de intentar decir lo máximo con el mínimo de elementos", que parte de una nebulosa de formas y colores que después van tomando forma.

   Ha explicado que su proceso creativo "se va modificando y va cobrando vida", y todo cobra sentido a las 7 de la tarde, la hora mágica, después de estar todo el día encerrado, e incluso una mancha caída sobre la obra puede adquirir sentido.

   Sobre la presencia de recuerdos personales en su obra, Viladecans ha asegurado que el lenguaje artístico va ligado a las emociones, de las que ni los pintores, ni los escritores ni los poetas pueden prescindir.

   Ha recordado que tras realizar el cartel de la Diada del 11 de septiembre de 2013 y donarlo al Parlament, desde la cámara le sugirieron que tenían salas vacías: "Me di cuenta de que la serie 'Patrimoni i Memòria' que tenía en mi colección no tenía ningún sentido que la tuviera yo y no la viera nadie", de modo que donó seis obras de la serie al Parlament en 2014.

   Ha explicado que así cerró el ciclo de la obra llevándola a la casa de todos, con la voluntad de "compartir y de hablar sobre la gente", ya que la idea original era realizar una biografía anónima de un tiempo determinado.

   En el primer 'Patrimoni i memòria' evocó la memoria con huesos de antepasados, fotos antiguas y emociones diversas, en "una biografía anónima, una mirada generacional.

MÁS LIBRE Y EUFÓRICO

   Ahora ha trabajado en una relectura de las mismas memorias, plasmadas en 'Patrimoni i memòria 2017': "No quería hacer una continuación, me vino la idea de hacer algo mucho más general y amplio", de modo que entra en la infancia, en las fiestas populares y hasta en los colores de algunas fachadas.

   "Me he encontrado más libre y seguramente más eufórico, y también he querido coger la parte más lúdica, para contraponerla", ha dicho Viladecans, que vio la necesidad de dotar de un contrapunto a su anterior mirada.

   Ha explicado que en la primera entrega solamente había las figuras de la memoria, y en esta segunda ha pintado su paisaje, en una reflexión sobre la memoria: "La nostalgia es azucarada y la memoria es más sólida".

   "La memoria personal tiene poco de política. El verdadero patrimonio no es político, sino el que heredamos y llevamos en la sangre y en el ADN", ha dicho el pintor, que asegura que esta segunda parte es más emocional.

   En estos dípitcos, independientes y sin encuadernar para que cada espectador realice su propio montaje, transmiten con mucho color "una atmósfera de referencias", que dialogan y complementan la anterior.

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