José Antonio Marina aborda en un libro el actual modelo de convivencia e insta a los adultos a educar mejor a sus hijos

Actualizado: martes, 20 junio 2006 17:12

BARCELONA, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -

El filósofo José Antonio Marina profundiza en el actual modelo de convivencia y plantea algunas claves para mejorar las relaciones humanas y reducir los conflictos en 'Aprender a convivir' (Ariel/Columna).

El autor explicó hoy en Barcelona que el ensayo reflexiona sobre la dificultad de convivir y señaló la importancia de que los adultos sean capaces de transmitir a los niños "recursos efectivos" que favorezcan la relación entre los seres humanos.

Marina (Toledo, 1939), que recalcó que la buena educación "debería empezar en casa", criticó que las familias "hayan delegado en la escuela la responsabilidad" de educar a los niños y calificó de "grave" la "separación actual" entre padres y escuelas.

Del mismo modo, lamentó que la relación de "compadreo" entre padres e hijos que ha motivado que algunos adultos "se pongan siempre del lado de sus hijos", a pesar de la opinión contraria del profesor.

Tras décadas en las que la figura del maestro "estaba muy desprestigiada", el filósofo recordó que en los años 80 los padres "volvieron a confiar en la educación porque ellos no la habían tenido", aunque se desencantaron "al no ver resultados".

Este ensayo, que sigue la línea iniciada con 'Aprender a vivir', apunta que los adultos deberían ser capaces de inculcar en sus hijos "un sentimiento de seguridad" demostrándoles "un cariño incondicional", aunque sin "excesiva protección".

Los pequeños, según Marina, también deben aprender a "ponerse en el lugar del otro" y distinguir entre "justicia e injusticia", además de expresar respeto "hacia lo más valioso", desde los amigos, hasta la naturaleza o los animales.

A modo de ejemplo, el autor se refirió al fenómeno del acoso escolar y responsabiliza a los adultos por "no haber sabido proponer a los niños formas alternativas a la violencia". "Hay que enseñar a los niños a adquirir hábitos para evitar o afrontar conflictos", añadió.

'Aprender a convivir' distingue tres modelos distintos de convivencia, con nosotros mismos --"nuestra vida es un comentario interno continuo"--, con la pareja y los amigos más cercanos y con el resto de ciudadanos.

En lo que respecta a las relaciones de pareja, Marina planteó sus dudas acerca de si, como teorizaban los griegos, "las mejores son aquellas que unen amistad y sentimiento erótico" y recordó que los problemas de convivencia en los matrimonios "no se arreglan con sentimientos sino con educación". "Son muchas las personas que se separan porque no soportan el desorden o la falta de puntualidad", aseguró el autor.

El ensayo también dedica un apartado a la convivencia con el resto de ciudadanos y con las personas inmigrantes, un modelo que, en su opinión, "se tendría que redifinir" porque el sentimiento de identidad nacional "fue ideado pensado contra otros pueblos".

Finalmente, el autor de 'Ética para náufragos' o 'La inteligencia fracasada' se refirió a la responsabilidad de los medios de comunicación en la educación de la población y lamentó que "se dediquen a comentar relaciones tan triviales" que "crean una serie de fantasías propicias a decepciones" porque "la realidad no es así".

Por ello, Marina denunció que los medios, especialmente la televisión, "han favorecido la desaparición de la compasión o la han convertido en un estremecimiento inmediato", lo que ha provocado que los niños "tengan dificultades para distinguir realidad de ficción".