BARCELONA, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -
La titular del Juzgado de Instrucción 3 de Arenys de Mar (Barcelona) responsable del caso del maltrato a un bebé en Pineda de Mar presuntamente a manos de su padre, que murió este lunes en el hospital, este martes a mediodía todavía no había recibido comunicación oficial de la muerte del menor de dos meses, ni del hospital ni de los Mossos d'Esquadra, y está a la espera para acordar nuevas medidas.
Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), el juzgado está a la espera de recibir esta comunicación y otros informes médicos solicitados para avanzar en la investigación y decidir si se deben revisar las medidas cautelares del padre.
Este juzgado, cuando recibió la causa por reparto el lunes 14 de enero, acordó la práctica de una decena de diligencias, mayoritariamente información de carácter sanitario, que aún no ha recibido, y se trata de información pendiente que ha sido requerida bajo advertencia.
Fuentes consultadas han explicado a Europa Press que todavía no hay ninguna entidad o administración personada en la causa.
La situación personal del padre, detenido por presunto maltrato, fue resuelta en la guardia por Instrucción 4 de Arenys, que acordó la libertad provisional y medidas cautelares como la comparecencia semanal en el juzgado, retirada de pasaporte y prohibición de salida del territorio y prohibición de aproximarse a su hijo a menos de 500 metros.
El bebé de dos meses ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona el viernes 4 de enero tras ser maltratado presuntamente por su padre y murió este lunes a las 14.15 horas, según informó el centro médico en un comunicado.
El niño ingresó porque sufría un hematoma en la cabeza, tenía un brazo fracturado y también "cinco costillas rotas con callo", lo que indicaba signos de maltratos anteriores, explicaron a Europa Press fuentes conocedoras.
Ante las sospechas, el equipo médico activó el Protocolo de maltrato infantil, que fue endurecido a raíz del conocido como 'caso Alba', y el padre acabó por confesar el jueves 10 a los facultativos haber maltratado al pequeño, tras lo que fue detenido por los Mossos d'Esquadra, retirándosele la tutela del menor.
La Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (Dgaia) de la Generalitat asumió la tutela del bebé --retirándosela también a la madre, que en un inicio negó los maltratos--, tras abrir un expediente de desamparo e iniciar medidas de protección.
El bebé vivía en Pineda de Mar (Barcelona) con su padre, un joven de 21 años de nacionalidad uruguaya, y su madre, una catalana de 18 años.