"El fotógrafo debe ver las evoluciones físicas y mentales del país", dice el artista
BARCELONA, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Mapfre de Barcelona acoge hasta el 17 de mayo la "mayor retrospectiva" de la obra fotográfica del almeriense Carlos Pérez Siquier, con un total de 174 fotografías de seis décadas, desde 1957 y hasta 2018, en la que destaca su pionero salto al color cuando este estaba reservado a la publicidad.
En rueda de prensa, el comisario de la exposición, Carlos Gollonet, ha destacado la ambición de esta muestra por reflejar seis décadas de trabajo continuado y el alumbramiento de una "obra compacta y en continua evolución".
La exposición, que itinerará a Valencia, Ámsterdam (Holanda) y Frankfurt (Alemania) --a la espera de pasar por otras ciudades en Europa y América--, interpela a los espectadores desde el rincón vital de Pérez Siquier en Almería, donde siempre ha residido y desde donde actuó como catalizador del colectivo fotográfico con la fundación Afal con una revista homónima.
MIRADA "CERTERA"
Gollonet ha destacado que Pérez Siquier "es uno de los pioneros del color a nivel mundial", y que en su fotografía no emite juicios de valor y no tiene una mirada moralista, pero sí certera.
En seis ámbitos, la exposición recorre sus series realizadas en el barrio almeriense de La Chanca --primero en blanco y negro y después en color-- y los retratos a turistas en la costa andaluza en los años 70.
También pasa por escenas alternativas de la realidad con montajes llenos de extrañamiento; realiza un viaje a través de los colores de Almería, y termina con un repliegue del fotógrafo hacia su interior en sus últimas fotografías.
"EMOCIÓN MERECIDA"
A sus casi 90 años, el artista ha dicho sentir una emoción merecida con esta exposición tras "toda la vida dedicado a ver el mundo con ojos un poco nuevos", y ha destacado que es la exhibición más importante que hasta ahora se le haya hecho.
Ha dicho que su evolución ha sido bastante lenta, "con fotografías guardadas en una caja de cartón" durante años, aunque ha reivindicado que su obra permanece y es atemporal, y que supera la crítica más severa: la del paso del tiempo.
Preguntado sobre la introducción del color en los años 60, ha explicado que las fotografías del barrio almeriense corresponden una España de tiempos de silencio, cuando el blanco en negro "permitía una mirada más trágica y más fuerte".
Sin embargo, ha subrayado que "la sociedad cambia y viene el Desarrollismo y con él, el color y el cambio de forma, sobre todo con la avalancha del turismo", así que tras una serie en blanco y negro empezó a fotografiar en color, pero también cambió de cámara y de formato.
Después, como fotógrafo contratado por el Ministerio de Información y Turismo, entre 1972 y 1980, desarrolló la serie 'La Playa', con imágenes destinadas a la promoción turística a través de carteles y las icónicas guías Everest, unos viajes al litoral que aprovechó para interesarse "por la geografía de las carnes" de los turistas, pero también por el textil en las playas.
EL TIEMPO, "A FAVOR" DE SU OBRA
"El tiempo sigue pasando y el fotógrafo debe ser un hombre que ve las evoluciones físicas y mentales del país", ha dicho Pérez Siquier, que ha considerado que el tiempo va en contra de su persona física pero a favor de su obra.
Sobre su relación con los fotógrafos catalanes, ha recordado que la agrupación fotográfica Afal permitió a artistas catalanes publicar su obra, como Oriol Maspons: "Para mí fue muy importante mi relación con Barcelona".
La directora de la Fundación Mapfre, Nadia Arroyo, ha dicho que la obra de Pérez Siquier sorprende por su modernidad y su capacidad de ruptura con la fotografía "más reconocida y asentada en el momento", y que en cambio su obra es humanista, fuera de florituras y llena de honestidad.
Arroyo ha remarcado que esta es la última exposición que acogerá la Casa Garriga Nogués, y que el 4 de junio abrirán su nuevo centro de fotografía en la Torre Mapfre.
