BARCELONA 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un millar de católicos, la mayoría jóvenes y procedentes de todos los rincones de España, han recibido calurosamente a Benedicto XVI ante la Catedral de Barcelona, en la que es su segunda escala en el viaje oficial a España, procedente de Santiago de Compostela.
El Pontífice ha llegado "cansado" a la capital catalana, según ha revelado el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, en una improvisada alocución desde el balcón del Arzobispado, en la que ha pedido que recen por el Pontífice.
Acompañado por su séquito oficial, el Papa ha llegado al Palacio Arzobispal a las 21.43 horas, con un coche negro cubierto y desde el que ha saludado a los congregados, para pasar la noche y descansar antes de que este domingo dedique al culto la Sagrada Familia.
Sin que apenas se oyera por los altavoces, el propio Benedicto XVI se ha dirigido micrófono en mano ante los fieles y les ha bendecido, rompiendo el protocolo que no contemplaba ningún acto tras llegar a Barcelona.
En una breve alocución, un Sistach sonriente ha emplazado a los asistentes a que escuchen este domingo al Pontífice en la homilía en la Sagrada Familia y les ha pedido que recen por él para que la visita sea fructífera. El propio ruido de los jóvenes ha impedido que pudieran oírse los mensajes.
Al grito de "Benedicto, amigo, España está contigo", "Yo sí te espero", "Esta es la juventud del Papa", "Sí, sí, sí, el Papa ya está aquí", los jóvenes han tomado las zonas permitidas por el estricto cordón policial que impedía el acceso al centro de la explanada.
Los grupos procedían de Barcelona, Guipúzcoa, Zaragoza, San Sebastián, Bilbao, Valencia, Murcia y Madrid, y algunos han venido equipados para pasar la noche en la plaza y ser los primeros en verle en su recorrido en Papamóvil.
Muchos han explicado que ya habían ido a ver al Papa a Valencia en 2006 para el encuentro de familias que se organizó, y ahora acuden a Barcelona con una invitación para ver la misa de la Sagrada Familia desde el exterior.
VUELO TRANQUILO
El Papa Benedicto XVI ha aterrizado esta sábado por la noche en Barcelona procedente de Santiago de Compostela, en la que es la segunda escala en su viaje oficial a España, cuyo punto culminante será la dedicación al culto de la Sagrada Familia.
El Pontífice ha aterrizado en el Aeropuerto de El Prat poco después de las nueve de la noche, donde ha sido recibido por el presidente de la Generalitat, José Montilla, el delegado del Gobierno en Catalunya, Joan Rangel, y el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, entre otras autoridades.
Con rostro risueño, aunque algo cansado, el Papa ha saludado a los asistentes al bajar de las escalerillas del avión, un Airbus A321 de Iberia denominado 'Delta del Llobregat', que ha cubierto el trayecto en una hora y cuarto.
El Papa ha compartido viaje con el cardenal-arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, y el presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio Rouco Varela.
Tras recibir los honores de jefe de Estado, el Papa se ha dirigido en un coche cubierto y blindado al Palacio Arzobispal de Barcelona, con una veintena de vehículos de su comitiva oficial que trasladaba a la curia.
Dos autobuses de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) y un minibús han trasladado al medio centenar de periodistas que acompañan al Papa desde su salida de Roma este sábado por la mañana.
El Pontífice oficiará este domingo una misa en la Sagrada Familia para dedicarla al culto. Esta es la segunda visita de un obispo de Roma a Barcelona, tras la de Juan Pablo II en 1982.