Los Mossos confirman que el acusado del triple crimen intentó simular que fueron sicarios

Juicio por el triple crimen de calle Sardenya, en la Audiencia de Barcelona
EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 14 marzo 2014 13:52

Alejandro C. alegó impregnarse de sangre al coger al perro pero los agentes niegan que manchara

BARCELONA, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -

Los Mossos d'Esquadra que han declarado este viernes como testigos en el juicio por el triple crimen de la Sagrada Familia del 27 de enero de 2012 han confirmado que el acusado, Alejandro C., usó una artimaña para hacer creer que los autores habían sido sicarios contratados por su expareja.

La Fiscalía sostiene que el acusado, después de matar a los padres de su exnovia y a la sobrina menor de edad de ésta, envió varios SMS a su expareja haciéndose pasar por un sicario para reclamarle una supuesta deuda por los crímenes con el único objetivo de culpabilizarla de los hechos; también envió al juez instructor una carta anónima en términos similares.

Las declaraciones de los mossos de este viernes, en especial la de la responsable del grupo de investigación de homicidios, han apuntado en esta línea por varias pistas halladas a lo largo de las pesquisas.

Han explicado que el teléfono móvil desde el que se enviaron estos mensajes después del crimen "siempre" permaneció en la misma área de cobertura en la que se encontraba el acusado, que durante el mismo tiempo fue sometido a un seguimiento policial.

Uno de estos SMS, con el mensaje 'Nos vamos ya', fue enviado desde El Prat de Llobregat (Barcelona) en las inmediaciones del aeropuerto, supuestamente para dar a entender que los sicarios cogían un avión; se dio la circunstancia de que Alejandro C. estuvo precisamente aparcado en un descampado en la misma zona, donde fue localizado por una patrulla ordinaria de los Mossos.

Hay otra prueba que apunta al acusado como autor de los mensajes: el móvil fue adquirido en un locutorio de la calle Calàbria, cuyos responsables han reconocido al acusado, y al que los mossos que le hicieron el seguimiento también lo situaron en la zona; además, el móvil cesó la actividad cuando Alejandro C. fue detenido.

EL PERRO Y LA SANGRE

El presunto autor de los hechos justificó que aparecieran en el cordón de sus gafas restos de ADN de dos de las víctimas porque el día de los hechos los Mossos le hicieron guardar el perro de la familia que había estado en la escena del crimen: "Fue él quien me contaminó a mí. Estaba pringado de sangre", dijo el lunes en su declaración ante el jurado.

Sin embargo, este viernes ha declarado el mosso que antes había sacado al perro de la vivienda y lo bajó hasta la calle, y ha sostenido que en ningún momento se manchó ni la camisa azul celeste del uniforme ni los guantes de piel, ya que el animal solo tenía sangre en las patas y ya estaba seca.

En la misma línea se ha pronunciado la agente a la que el policía le pasó al perro en el portal y que a su vez lo llevó al otro lado de la calle Sardenya donde estaban sentados en una terraza el acusado y su exnovia.

Otro de los agentes, que estuvo con la pareja en la terraza, ha explicado, además, que la mayor parte del tiempo quien sostuvo al perro fue la mujer, mientras que Alejandro C. únicamente lo tuvo un rato en brazos mientras ellas tomaba algo.

La hipótesis de las acusaciones y la Fiscalía es que Alejandro C. acabó con la vida del matrimonio y la menor al no ser capaz de conseguir que volviera con él su expareja, a la que sometió a un acoso y espionaje contínuo.