MANRESA (BARCELONA), 7 (EUROPAPRESS)
El 19 de junio se cumplirán 75 años de la presencia de la orden hospitalaria de San Juan de Dios en Manresa. En 1932 un grupo de seis hermanos de la orden puso en servicio a la Culla de Manresa un sanatorio para niños tuberculosos y con deformidades. Hoy, cinco hermanos todavía viven en el hospital dónde desarrollan un servicio asistencial y de acompañamiento a los enfermos.
"La Fundación Althaia nos sentimos herederos del trabajo que han hecho los hermanos y, por esto, potenciamos los valores de la hospitalidad, de su manera de entender el humanismo y, sobre todo, de actuar teniendo presente que el enfermo es una persona", explica Manel Jovells, director de la Funadación Althaia.
Con motivo de la efeméride, mañana empezará un programa que incluirá actos de carácter social, solidario, científico y religioso. El año 1932 un grupo de hermanos de San Juan de Dios, entre los cuales destacan el doctor Joan Soler y el pediatra Simeó Selga, fundaron un centro especializado en niños tuberculosos y con deformidades.
La evolución de la medicina hizo que la congregación se adaptara a los nuevos tiempos y se convirtiera, en 1950, en un centro de referencia para niños paralíticos y con malformaciones congénitas.
A principios de los setenta, coincidiendo con la universalización del derecho a la salud y de los primeros convenios entre la seguridad social con organizaciones privadas como el orden de San Juan de Dios, el hospital se convirtió en un centro abierto a todas las edades y dónde a parte de patologías relacionadas con el aparato locomotor, se sumaron el servicio de reumatología, neurología o medicina interna, entre otras.
En 1988 el hospital de San Joan de Dios y San Andreu se convirtieron en una única organización asistencial con capacidad por atender prácticamente todas las especialidades médicas. En 2002, con la fusión sanitaria, el orden pasa a formar parte de la Fundación Althaia, conjuntamente con el Ayuntamiento de Manresa, Mutua Manresana, Caja Manresa y Generalitat.
El hermano provincial de la orden de San Juan de Dios, Quim Erra, explica que pese a todos estos cambios, el trabajo de los hermanos se ha mantenido fiel a la vocación de la orden, de desarrollar una tarea que tenga un alcance universal y que sea compartida con otros agentes.
Hoy en día la congregación vive a la tercera planta del hospital. Tres hermanos trabajan para dar asistencia espiritual y religiosa a los enfermos ingresados, uno se dedica a la salud mental y un quinto, jubilado, acompaña enfermos que no tienen familia.