Piden 49 y 30 años de cárcel para dos hombres que se fugaron de los juzgados de El Prat tras matar a un policía en 2004

Actualizado: domingo, 10 diciembre 2006 11:05

BARCELONA, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Ministerio Fiscal solicita 49 y 30 años de cárcel para dos hombres que en mayo de 2004 se fugaron de los calabozos de los juzgados de El Prat de Llobregat (Barcelona), donde habían quedado a disposición del juez de guardia, tras matar de un tiro al policía nacional que les custodiaba.

La Sección Séptima de la Audiencia de Barcelona juzgará a partir de mañana a Julio N.F. y Antonio G.H., que se enfrentan a 49 y 30 años de cárcel, respectivamente, por matar al agente de 25 años Antonio D.F. y herir a un hombre que se camufló entre dos coches durante el tiroteo que iniciaron a su salida de los juzgados para garantizar el éxito de la fuga.

Los hechos se remontan a las 14 horas del 24 de mayo de 2004, cuando los dos acusados se hallaban en los calabozos de los juzgados de El Prat, situados en la calle Narcís Monturiol, tras haber pasado a disposición del juez de guardia "en virtud de diversas requisitorias que pesaban" sobre ellos, según relata el escrito de acusación de la Fiscalía.

En un momento dado, Julio N.F. y Antonio G.H., "puestos de común acuerdo y con la finalidad de fugarse", pidieron al agente fallecido que les dejase salir de la celda e ir al baño por separado. La víctima accedió pese a que no tenían puestas las esposas, ya que, siguiendo el procedimiento habitual, se las habían retirado al entrar en el calabozo, que en realidad es una sala que hay en los juzgados.

LA VÍCTIMA NO SOLÍA CUSTODIAR A DETENIDOS.

El policía, "quien no prestaba de manera habitual el servicio de custodia de detenidos y además desconocía el carácter extremadamente peligroso de los procesados", dejó salir primero a Antonio, de 37 años, y después a Julio, de 31, quienes "siguiendo el plan pactado" consiguieron encontrarse juntos fuera de la celda y a escasa distancia del agente.

Se da la circunstancia, además, de que el policía estaba solo en el calabozo, ya que su compañero se había desplazado con un detenido por violencia doméstica al juzgado de guardia, ubicado en la primera planta del edificio. Aprovechando la situación, los procesados se abalanzaron "de forma sorpresiva" sobre el agente fallecido y, según mantiene la Fiscalía, tras forcejear con él y darle "multitud" de golpes, le arrebataron el arma reglamentaria.

Mientras Julio N.F. cogía la pistola, Antonio G.H. bloqueó con una silla la puerta de acceso a los calabozos para impedir la entrada a las personas que acudieron en auxilio del agente. En ese momento, el policía, "viéndose desarmado y en inferioridad de condiciones", trató de incorporarse dándole la espalda a los procesados, ocasión que Julio aprovechó para pegarle un tiro y acabar con su vida.

Acto seguido, los acusados se dirigieron al aparcamiento y dispararon a la cerradura de una de las puertas, que quedó bloqueada, lo que les obligó a izar la puerta destinada al paso de vehículos para poder salir al exterior y continuar con su "alocada" huída.

Entre tanto, el compañero del agente fallecido, alertado por el vigilante de seguridad privada de los juzgados, acudió en auxilio de la víctima y, al encontrar bloqueada la puerta de los calabozos, decidió salir a la calle para impedir la fuga de los procesados.

Al ver al policía, Julio inició un tiroteo y disparó hasta en siete ocasiones. El agente, que también le disparó, consiguió esquivar las balas, pero un trabajador que se había camuflado entre dos coches no corrió la misma suerte y recibió un impacto en el cuello que le provocó lesiones de las que tardó casi cuatro meses en recuperarse.

ABORDAN A UN CONDUCTOR Y SE FUGAN EN SU COCHE.

Aprovechando la confusión que provocó el tiroteo, Antonio consiguió escabullirse entre la gente y, siguiendo a Julio, se dirigió hacia un vehículo que estaba parado en las proximidades de los juzgados. Tras encañonar al conductor, le obligaron a bajarse y se dieron a la fuga a bordo del coche, seguidos de cerca por una furgoneta conducida por familiares de uno de ellos. Al llegar al barrio de Sant Cosme de El Prat, los procesados abandonaron el vehículo y cada uno se fue por su lado.

Julio N.F. fue detenido tres días después en Sant Cosme y desde entonces permanece en prisión provisional acusado de un delito de atentado, en concurso con un delito de asesinato, otro de quebrantamiento de custodia, otro de robo con violencia, otro de tenencia ilícita de armas, dos delitos homicidio en grado de tentativa y otro de robo de uso a vehículo a motor.

La detención de Antonio G.H. fue mucho más complicada, aunque finalmente fue arrestado en junio de 2004 en Manises (Valencia). Desde entonces permanece en prisión provisional por los mismos delitos que Julio N.F., excepto por los dos homicidios en grado de tentativa, de los que sólo sería responsable éste último por ser quien disparó contra el compañero de la víctima y un transeúnte a la salida de los juzgados.

En ambos casos, la Fiscalía tiene en cuenta, además, la agravante de reincidencia, ya que Julio N.F. fue condenado en 2000 a un año y medio de prisión por dos delitos de robo con fuerza y Antonio G.H. fue condenado por la Audiencia de Barcelona en sentencia firme de 1990 por un delito de asesinato que extinguió en junio de 2000.

En la causa se han personado el padre y la compañera sentimental del fallecido, con la que estaba a punto de casarse, y han comparecido varios particulares que reclaman un total de 382,71 euros por los desperfectos que provocaron en sus vehículos los disparos que realizó Julio N.F. durante la huída.