BARCELONA 30 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Fiscalía pide hasta tres años de cárcel para tres mossos d'esquadra que presuntamente agredieron a un joven y le ajustaron las esposas hasta dejarle una marca que le duró dos años, cuando se disponía a ir a comisaría para denunciarles por una agresión previa.
Según el escrito fiscal, el 25 de febrero de 2006, el joven salía de una discoteca cuando fue abordado sin motivo aparente y sin mediar palabra por los agentes de policía Óscar G.F. y Alejandro C.P., que bajaron del vehículo para empujarle contra una persiana, frente a varios testigos que han desfilado este martes por la Sección 2 de la Audiencia.
Por este motivo, él y sus amigos decidieron denunciar los hechos en la comisaría de Mossos que se encontraba unos metros más adelante, momento en el que los agentes volvieron a pasar con su coche por delante del joven, se volvieron a detener, bajaron del coche, lo esposaron y se lo llevaron a comisaría.
"Me tuvieron quince minutos metido en el coche en un parquing a oscuras, después, me sacaron y me dieron una paliza gritando: "¡Ahora te vas a enterar niñato!", ha explicado en el juicio.
Cuatro testigos que no conocían a la víctima que presenciaron los hechos los han explicado este martes ante el juez utilizando formas como "violencia desmesurada, injustificada, injusta". Han coincidido con el joven y sus amigos en que en ningún caso hizo nada para que los agentes actuaran de ese modo, motivo por el cual decidieron denunciarlo, pero en la comisaría de los Mossos se lo impidieron alegando que había un problema informático.
El joven ha explicado que le leyeron los derechos después de desnudarle "íntegramente para el registro", y que después, el agente Xavier S.M. lo llevó al hospital para que le curaran unas heridas supuestamente provocadas en la paliza en el interior de comisaría, poniéndole una esposas que le provocaron laceraciones en las muñecas.
"Le supliqué que las aflojara y no me hizo caso", ha declarado el presunto agredido.
Los dos policías imputados por la agresión han asegurado que fue el joven el que se abalanzó contra el coche insultando a los Mossos en las dos ocasiones y que, en la segunda, hizo ademán de golpearles, motivo por el que lo detuvieron.
El tercer agente ha asegurado que no recuerda si fue él quien le puso las esposas, pero que, en caso de que así fuera, éstas constan de un dispositivo que impide que se cierren tanto y que sería extraño que se hubiera olvidado de ponerlo. Con todo, ha reconocido que el joven no se comporto de forma violenta físicamente, pero si verbal.
La Fiscalía pide para Óscar G.F. y para Alejandro C.P. una pena de tres años de prisión, 720 euros de multa y la imposibilidad de ejercer en un cuerpo de seguridad público durante tres años por dos faltas de maltrato, un delito de lesiones y un delito contra la integridad moral, así como una indemnización de 7.830 euros.
Para Xavier S. M. pide una multa de 180 euros y una indemnización de 315 euros por una falta de lesiones.
Los Mossos habían denunciado primero al joven por una falta de respeto y el Juzgado número 33 de Barcelona le absolvió. Para el abogado de la acusación particular el móvil de los agentes fue que su representado se disponía a denunciarles tras el error de la primera agresión.