El Port de Tarragona cierra 2020 con un beneficio de 740.000 euros pese a la pandemia

   TARRAGONA, 17 (EUROPA PRESS)

El Port de Tarragona cerró el ejercicio 2020 con un beneficio de 740.000 euros a pesar de la pandemia, aunque lejos de los 7,4 millones que obtuvo en 2019; mientras que los ingresos se situaron en 49,4 millones (-13,6%) y el ebitda se mantuvo plano con 22,9 millones, según ha explicado el presidente de la infraestructura, Josep M. Cruset, en rueda de prensa este miércoles.

La pandemia y otros hechos inesperados, como el temporal Gloria o el accidente de la fábrica de Iqoxe, provocaron que el tráfico portuario descendiera un 19,3% interanual, hasta 26,8 millones de toneladas; un dato que ha resultado mejor de la previsión realizada en agosto, que estimaba una contracción del 30% a cierre del año.

Cruset ha destacado que la reducción "ha sido substancialmente menor" a la esperada y ha destacado que los datos económicos de 2020 son positivos y que han dejado satisfecho al equipo directivo de la infraestructura.

Por otro lado, el 'cash flow' del Port de Tarragona se redujo un 10,8% interanual, hasta 21,3 millones, lo que, según Cruset, permite "intuir" la capacidad de inversión de la infraestructura en un año en el que prevé destinar unos 50 millones a nuevas inversiones.

Durante 2020, la infraestructura llevó a cabo inversiones por valor de 32,8 millones, el 97% del plan previsto, lo que provocó un descenso de la tesorería disponible hasta 60 millones de euros.

Además, el endeudamiento de Port mantuvo el ritmo de bajada, hasta 48 millones, tras amortizar cuatro millones del crédito conseguido en 2014.

TIPO DE TRÁFICO

El tráfico de graneles líquidos se mantuvo como el más importante para el Port de Tarragona, con 18,3 millones de toneladas, tras registrar un descenso del 13,6%, a causa del crudo de petróleo, cuyo tráfico descendió un 26%.

Cruset ha achacado esta contracción del tráfico de crudo por la comparación con 2019, que fue "el mejor año de la historia del Port" sobre este material, y por la parada no programada de un mes de la refinería de Repsol a causa de la pandemia.

Los graneles sólidos sufrieron una mayor contracción, con un descenso del 33,3%, hasta 6,5 millones de toneladas por la caída del 64,9% del tráfico de carbón.

Por su parte, la carga general alcanzó 1,5 millones de toneladas, justo antes de iniciar una estrategia de crecimiento que, según Cruset, debe significar un salto cualitativo ya que el Port tiene "mucho recorrido".

En este sentido, la semana pasada el Port anunció un acuerdo de inversión con CTC para la inversión y gestión de la terminal intermodal de la Boella con el fin de impulsar este tipo de mercancías.

RECUPERACIÓN DEL TRÁFICO

Entre enero y febrero de 2021, el Port de Tarragona ha tenido un tráfico de mercancías de cerca de cinco millones de toneladas, lo que representa un incremento interanual del 13,2%, en dos meses que en 2020 no estuvieron afectados por la pandemia.

Cruset ha preferido no hacer previsiones de cierre de año, pero sí que ha anticipado "una recuperación importante" del descenso sufrido en 2020 y que en 2022 se vuelva a los niveles de tráfico de 2019.

INVERSIONES

Cruset ha apuntado que el Port de Tarragona pasa este año "de la fase de planificación a la fase de ejecución" del plan de inversiones previsto.

En este sentido, ha anunciado el inicio de las obras de la Fase 1 de la terminal intermodal de Guadalajara, que cuenta con una inversión de 14 millones de euros.

Además, el próximo julio se iniciarán las obras de la Zona de Actividades Logísticas (ZAL), con una inversión prevista de 31 millones y que ya ha recibido "visitas de enorme interés", ha explicado el directivo.

Este año también deben terminar las obras del muelle de Baleares, donde se están colocando los últimos elementos de las escolleras, de la sede institucional del Port y del Museo del Port.

1.300 CRUCERISTAS

Durante 2020, el Port solo recibió 1.300 cruceristas con una nave que entró a puerto a principios de marzo, y se mantiene pendiente de que se levante la prohibición a este tipo de embarcaciones para recuperar la actividad.

El director del Port ha explicado que en el momento en el que se pueda reiniciar, las navieras necesitarán alrededor de dos meses para poder volver a navegar.

En este punto, ha situado el pasaporte de inmunidad como una "buena medida" que permitirá la reactivación del sector que, a pesar de que no tiene impacto en las cuentas del Port, sí que afecta a la economía de la región.