El principal acusado del secuestro de la joven de Centelles dice que la víctima solo quiere "venganza y dinero"

Los dos hermanos se culpan mutuamente y la madre asegura tener miedo de sus hijos

Europa Press Catalunya
Actualizado: miércoles, 10 febrero 2010 17:38

BARCELONA, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -

El principal acusado de secuestrar, agredir y violar a una joven en Centelles después de que, presuntamente, no aceptara tener una relación con él, aseguró hoy que es su hermano quien intenta implicarles a todos y que la víctima, Dolores O.G., "sabe muy bien quién ha sido" pero que les ha denunciado a todos "por miedo, venganza y dinero".

Los cinco acusados de secuestrar y agredir a la joven mantuvieron hoy durante la primera sesión del juicio en la Audiencia de Barcelona versiones opuestas. Por su parte, el principal imputado, Pascual E.J., para el que la Fiscalía solicita 30 años, aseguró que la víctima había estado casada por el rito gitano con su hermano, Juan E.J., también imputado, y que la pareja vivía, junto con la madre, otra imputada, en la caseta de Centelles donde fue encontrada la víctima.

La noche en que los cinco fueron detenidos, Pascual E.J. asegura que estaba en la caseta con un amigo, también imputado, porque había ido a ver a su familia. Allí se encontraron a Dolores O.G. atada de pies y manos con numerosos golpes por todo el cuerpo y ella les contó que habían sido Juan E.J. y su actual novia --la quinta imputada--. Justo cuando la desataron, aparecieron los Mossos d'Esquadra.

Sin embargo, Juan E.J., que admitió ser el "jefe del clan de los Esquiroles", explicó que la víctima era la pareja de su hermano y no la suya. También afirmó que quien vivía en la caseta eran su hermano y la víctima, junto a la madre y un amigo. Según su versión, la noche en que fueron detenidos, él y su novia habían ido a la caseta a cenar con su familia y vieron como Pascual E.J. y su amigo pegaban a Dolores O.G.

Según el escrito de la Fiscalía, la joven fue obligada a iniciar una relación sentimental con Pascual E.J., hermano de su ex novio. Pasó entonces a residir en una caseta "sin la más mínima condición higiénica". Durante unas tres semanas, los cinco procesados la mantuvieron retenida contra su voluntad. La víctima, Dolores O.G., pasó la mayor parte del tiempo atada de pies y manos con una cadena de perro.

Mientras estuvo retenida, los procesados "la golpeaban continuamente y con cualquier pretexto", pasaba días enteros sin comer e incluso era "habitual" que le pincharan con una navaja en las piernas. Una noche en que la joven intentó escapar, Pascual E.J. le dio una paliza. Este mismo acusado "aprovechando la situación en la que se encontraba la víctima", le obligaba a mantener relaciones sexuales de forma regular.

Durante el primer día del juicio también declaró en calidad de imputada la madre de los dos acusados, que aseguró que "siente miedo" de sus hijos, sobre todo de su hijo mayor, Juan E.J., y negó conocer a nadie ni haber vivido nunca en la caseta.

Los cinco están acusados de un delito de detención ilegal, uno de lesiones y un delito contra la integridad moral. La Fiscalía pide penas de entre 14 y 15 años para cuatro de ellos, mientras que para Pascual E.J. --que también está acusado de un delito continuado de agresión sexual-- solicita 30 años de cárcel y una indemnización de 6.000 euros.

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