BARCELONA, 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
El diputado del PSC, Ferran Pedret, ha anunciado que el grupo socialista pedirá reprobar en el pleno del Parlament del 9 y 10 de septiembre la actuación del Govern en la gestión del confinamiento por coronavirus del Segri (Lleida) el pasado mes de julio.
En rueda de prensa este martes, ha criticado la "desinformación y la mala gestión en el confinamiento del Segri y la falta de respecto al territorio y a los ayuntamientos" por la falta de cooperación en la toma de decisiones por parte del Govern.
También ha avanzado que el PSC presentará otra moción sobre la gestión económica del Govern por la "pérdida de liderazgo económico y de competitividad de Catalunya" y por las consecuencias que ésta conlleva en el conjunto de la ciudadanía.
Además, ha anunciado que en la sesión de control del pleno en el Parlament del miércoles ahondarán en el cierre de empresas en la zona de El Peneds (Tarragona), donde "sufren con especial intensidad la lacra del paro", y preguntarán por el reciente cierre de las empresas Saint-Gobain Glass y Bosch.
BCN WORLD DE HARD ROCK
Sobre el macrocomplejo BCN World, ha pedido la comparecencia en sede parlamentaria del conseller de Territorio y Sostenibilidad, Dami Calvet, junto al conseller de Economía y Hacienda, Pere Aragons, para dar explicaciones sobre los acuerdos "extraños" relacionados con la compra de terrenos por parte de Hard Rock.
En ese sentido, ha defendido que el Govern no debería destinar recursos públicos a este tipo de proyectos y ha reprochado que de la filtración del acuerdo se desprende que podría ser así.
PRESIDENCIA "SIMBÓLICA" DE TORRA
En relación a la propuesta de la CUP que pide pactar una fecha para las elecciones autonómicas en Catalunya y que Torra ejerza una Presidencia simbólica, Pedret la ha desestimado por ser un desprestigio a la institución de la Presidencia de la Generalitat, que no compartiría el conjunto de la sociedad catalana, en sus palabras.
Por eso, ha pedido que se convoquen las elecciones y que cesen los intentos "de cosas simbólicas que no conducen a ningún lugar, más que a la degradación y al desprestigio de las instituciones y a aumentar la división política entre los catalanes, que ya es lo suficientemente profunda".