BARCELONA, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -
El conseller de Interior, Felip Puig, ha considerado este jueves que vincular la siniestralidad y el descenso de muertos en las carreteras a que se reduzca la velocidad es "un simplismo" que desde el Govern están intentando superar.
En su comparecencia en el Parlament para responder a 71 preguntas de los grupos, Puig ha contestado a las críticas de los diputados Oriol Amorós (ERC) y Jaume Bosch (ICV-EUiA) por "frivolizar" sobre la importancia de la velocidad en los accidentes, después de años de esfuerzos por cambiar la cultura de la conducción.
Puig ha respondido que estos partidos tienen un discurso "monocorde" en el que solo explican los accidentes de tráfico por la velocidad, y ha hecho hincapié en que hay múltiples causas.
Ha puntualizado que la mejora de las cifras de accidentes estos últimos años también se debe a la mejora de las infraestructuras, de la tecnología de los vehículos y a la educación.
LE PIDEN QUE RECLAME MODERACIÓN AL VOLANTE
Amorós ha pedido al conseller que como responsable de la seguridad vial lance un mensaje para pedir la moderación de la velocidad y que haga una campaña "de coste cero", que consista en recordar esta advertencia en cada una de sus comparecencias públicas.
"Le garantizo que este Gobierno continuará hablando de conducción responsable", ha contestado Puig, que ha recalcado que combatirán "la lacra" de la mortalidad en la carretera.
No obstante, ha lamentado la "sacralización de la limitación de la velocidad como única respuesta al problema" de la siniestralidad y ha asegurado que ahora están enmendando los errores del tripartito en este ámbito, imponiendo un límite indiscriminado de velocidad en la zona 80, aunque ha considerado que no actúan con una actitud revanchista.
Por su parte, Bosch y Puig se han enfrentado sobre los beneficios de la zona 80, ya que el primero ha asegurado que la diferencia de ir a 120 kilómetros por hora o a 80 son solo 13 segundos, si bien el conseller ha asegurado que si se tienen en cuenta los costes económicos agregados, se trata de unos 2.000 ó 3.000 euros al día tan solo en las vías C-31 y C-32.
En este sentido, ha admitido que estos primeros tres meses del año han aumentado los índices de siniestralidad, pero los ha desvinculado de la velocidad, y ha asegurado que en la antigua zona 80 solo ha habido un muerto por atropello y que este accidente no está relacionado con los nuevos límites.
CRÍTICAS POR LOS RADARES
Puig ha recibido duras críticas por frivolizar sobre los radares y poner en duda su utilidad, ya que podría generar una ola de reclamaciones, según Bosch, que ha considerado que los radares son "clave" para controlar los excesos de velocidad.
El conseller ha asegurado que pondrán más radares, tal y como estaba previsto, y que revisarán algunos, además de lamentar que hasta ahora los radares eran más permisivos con los conductores de Barcelona, ya que se había introducido un mecanismo que hacía que hubiera "más tolerancia" en el entorno de la capital catalana.
Así, ahora han corregido este sistema para que todos los conductores de toda Catalunya tengan "el mismo nivel de exigencia".
Sobre las críticas de Bosch a las posibles "desavenencias" entre Puig y el conseller de Territorio y Sostenibilidad, Lluís Recoder, sobre la zona 80 y sus beneficios para reducir la contaminación, Puig ha respondido con un ataque, asegurando que es normal que ICV-EUiA busque contradicciones en el actual Govern para "curar cicatrices por la apocalipsis final" de la última etapa de su gobierno, cuando cada partido esgrimía sus propios posicionamientos sobre la medida y admitía que se debería revisar.