El Síndic de Greuges deplora que no se activó el Protocolo en los abusos en Maristas

El Síndic de Greuges Rafael Ribó
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 16 febrero 2016 18:45

 Recomienda crear un servicio de atención especializada dirigido a los menores víctimas de abusos

BARCELONA, 16 Feb. (EUROPA PRESS)

El Síndic de Greuges Rafael Ribó ha afirmado que ante los casos de abusos en los Maristas, "no hubo una respuesta como Govern" como dicta el Protocolo marco de 2006, que ha reiterado que no se ha aplicado y ha criticado la descoordinación y falta de comunicación que hubo entre la escuela, la Conselleria de Enseñanza de la Generalitat y la Fiscalía, y entre la de Interior y la Dirección General de Atención a la Infancia (Dgaia), cuando se archivó el caso de Joaquim Benítez en 2011.

Ribó ha exigido más actuación y coordinación entre las instituciones para evitar hechos como los de la escuela de los Maristas, en rueda de prensa posterior a la reunión que ha mantenido con las Consellerias implicadas en el caso, el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), la Fiscalía y la Delegación del Gobierno.

El Síndic ha requerido "que se haga obligatorio el cumplimiento del Protocolo" por parte de todos los centros educativos, en los que el departamento de Enseñanza debería formar a los profesionales y los alumnos --porque ha detectado desconocimiento-- y crear la figura de un profesional de referencia en cada centro, con formación específica en derechos del menor e indicadores de riesgo ante maltrato.

"No hay ninguna excusa posible [para el no cumplimiento del Protocolo] de si el centro es público o privado delante de una agresión flagrante al interés superior del menor", como son los abusos sexuales, ha sostenido.

"NO SE COMUNICÓ"

Ribó ha alertado de la falta de transversalidad que ha detectado en la actuación de la administración: ha concluido que este protocolo --creado a raíz del caso Alba-- no se aplicó porque "no se dio a conocer el hecho, desde el mismo momento en que se tuvo constancia de una denuncia en sede judicial, a las autoridades y parte de la administración que están responsabilizadas en primerísimo lugar para actuar en la protección de menores".

El Síndic ha señalado que la policía catalana, al actuar con mandato judicial e ir a recoger pruebas --que la dirección de la escuela se negó a aportar-- , debería haberlo comunicado a las Consellerias de Bienestar y Enseñanza y a la Dgaia, y ha criticado que Fiscalía no activó los mecanismos de protección ni lo comunicó como establece el Protocolo.

RECOMENDACIONES Y OTRA REUNIÓN

En la reunión, Ribó ha reiterado que se adopten políticas transversales interdepartamentales, así como la creación de un servicio de atención especializada dirigido a los menores víctimas de abusos, tal como establecía la Ley catalana (14/2010) de los derechos y oportunidades en la infancia y la adolescencia, en el artículo 93 que ha criticado que no se ha desarrollado todavía.

También ha pedido que se garantice el cumplimiento de los protocolos, que haya un profesional de referencia en cada centro y que se creen mecanismos de escucha a los alumnos facilitándoles información sobre cómo dirigirse a los órganos existentes --como la Dgaia y el Síndic--, así como que se dé formación especifica al alumnado sobre prevención de abusos y trato inadecuado.

"Tenemos convocadas a todas las administraciones el 17 de marzo para conocer su respuesta a las recomendaciones y avanzar en medidas que sirvan para evitar nuevos errores como estos", ha avanzado el Síndic, que ha apuntado que el centro de los Maristas debería hacer una auditoría y revisar su actuación, así como ofrecer asistencia a alumnos y exalumnos.

"COMBATIR CUALQUIER SILENCIO"

Ribó ha llamado a todas las instituciones a esforzarse en la protección de los niños, tal como describe la convención internacional y las leyes estatales y catalanas, y como recomienda el sentido común, por lo que ha pedido prevención y alerta ante casos como estos, así como "combatir cualquier ocultación o silencio vergonzante, culpabilizante e hiriente" y activar todo lo necesario para proteger el menor.

"El objetivo tiene que ser que los menores tengan confianza para dialogar con los adultos, explicarse y sentirse protagonistas del equipo de diálogo", tanto en la escuela como en todos los ámbitos.