BARCELONA 22 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los sindicatos CC.OO, USTEC y UGT se han mostrado totalmente contrarios a la sentencia del Tribunal Supremo (TS) que exige que el castellano sea la lengua vehicular en el sistema educativo catalán, y han pedido que no se cambie nada.
El responsable de política educativa de CC.OO, Vicent Tirado, ha asegurado, en declaraciones a Europa Press, que decisión es un "despropósito" que va en contra de la cohesión social y de una fórmula que trabaja en favor de la igualdad de oportunidades.
Tirado ha remarcado que todas las evaluaciones que se han hecho a nivel internacional, como el informe PISA, muestran que el castellano que dominan los catalanes al acabar la enseñanza es "del mismo nivel" que el tienen los niños del resto de España.
"Trabajar las competencias lingüísticas con dos lenguas al mismo tiempo incrementa la capacidad que tienen los niños para aprender dos lenguas al mismo tiempo", ha dicho. En este sentido, ha recordado las recientes declaraciones del nuevo director de la Real Academia de la Lengua (Rae), José Manuel Blecua, que afirmó que el castellano no está perseguido en Catalunya.
Tirado ha pedido al nuevo Govern y al futuro conseller de Educación que se mantenga "fuerte" defendiendo el actual sistema, que haga las negociaciones que haga falta. "Si no, socialmente perderemos", ha dicho.
La portavoz de USTEC, Rosa Cañadell, ha asegurado que la sentencia es "una manera de buscar problemas donde no los hay", y también ha aludido a los buenos resultados que los alumnos catalanes tienen en castellano.
En su opinión, es "una falta de responsabilidad usar la educación para las batallas partidistas del PP", y ha pedido que se pare la aplicación de la sentencia por el bien de la cohesión social de Catalunya.
La secretaria general de la Federació d'Ensenyament de UGT Catalunya, Roser Font también se ha mostrado contraria a la sentencia y ha afirmado que el modelo actual es el "correcto", porque es un sistema "bilingüe", que garantiza el aprendizaje de una forma equilibrada y que no crea conflictos en los centros.
Font ha pedido que, en caso de aplicar la sentencia, se haga con "el mínimo de cambios posibles" en el sistema actual. Además, ha lamentado que los padres que iniciaron la demanda de la educación en castellano representan los intereses "de una determinada clase social".