Los síntomas respiratorios de los voluntarios del Prestige remiten cinco años despúes

Actualizado: lunes, 20 septiembre 2010 15:33

Tos y silbidos en el pecho son similares a personas no expuestas

L'HOSPITALET DE LLOBREGAT (BARCELONA), 20 Sep. (EUROPA PRESS) -

Los voluntarios que participaron en la recogida de fuel del Prestige presentan síntomas respiratorios como tos o silbidos en el pecho en unos niveles similares a los de personas que no estuvieron expuestas al vertido al cabo de cinco años de la catástrofe, que se produjo en 2002. Según un estudio, estos síntomas podrían haber remitido a medida que han pasado los años.

Ésta es la principal conclusión de los nuevos resultados del Estudio SEPAR-Prestige que lleva a cabo la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).

A diferencia del primer periodo de estudio --dos años después del vertido-- cuando los voluntarios presentaban tos, expectoración y silbidos en el pecho con mayor frecuencia que las personas no expuestas al fuel; el segundo periodo de estudio --al cabo de cinco años del vertido-- muestra que la frecuencia de presentación de estos síntomas respiratorios es similar entre ambos grupos.

El co-director del estudio, Joan Albert Barberà, ha explicado que se trata de resultados que hay que tomar con "cautela", ya que es necesario analizar "si son una evolución a positivo o si ha habido algún fallo metodológico".

La presentación de estos resultados se produce unas semanas después de que mediante este mismo estudio se diera a conocer que los voluntarios del Prestige presentaban alteraciones cromosómicas que podían ser la base del desarrollo de tumores.

Estas alteraciones estaban presentes al cabo de dos años del vertido y ahora se está analizando si también estaban presentes al cabo de cinco años, aunque los resultados no estarán listos hasta dentro de unos meses.

"Puede ser que una célula quedara dañada en el momento de la exposición, que al cabo de dos años todavía aparezca esta alteración, pero el organismo tiene mecanismos de lavado y de eliminación", según Barberà, que quiso enviar a los voluntarios del Prestige un mensaje "de que la investigación continúa, que a los dos años se descubrieron alteraciones pero que esto no quiere decir que se vayan a desarrollar enfermedades".