Triadú afirma que un juez debe saber escribir una sentencia en catalán aunque no lo hable

Actualizado: lunes, 1 noviembre 2010 13:13

Apuesta por una nueva generación que cree una tradición del uso del catalán en la Justicia

BARCELONA, 1 Nov. (EUROPA PRESS) -

El abogado Joaquim Triadú ha explicado que la normalización del catalán en los juzgados "no se trata de que un juez hable catalán, sino que sepa utilizarlo correctamente", por ejemplo para escribir una sentencia, y ha apostado por que una nueva generación de licenciados en derecho fomente una tradición del uso del catalán en el ámbito de la justicia, que hasta ahora no existía.

"Durante años ha faltado una tradición del uso del catalán en la justicia debido a que las plazas se ocupaban por gente que venía de fuera. Poco a poco, las están cubriendo gente formada en Catalunya, que tienen normalizado el catalán", ha sostenido en una entrevista a Europa Press.

Triadú, que firma con la filóloga Ester Franquesa el 'Llibre d'Estil Jurídic', primer libro de estilo jurídico en catalán, ha afirmado que el catalán se está normalizando cada vez más en todos los ámbitos, y los que opten a las plazas de jueces, fiscales y demás representantes de la justicia "lo tendrán normalizado".

Ha hecho hincapié en que esta herramienta, que no es la solución pero sí "un grano de arena que forma parte de una playa", ayudará a despejar dudas en un mundo como el jurídico, donde el buen uso del lenguaje es "muy importante, ya que tiene trascendencia directa en las personas".

El uso del catalán en los juzgados supone un 25% aproximadamente, aunque en ciertos sectores, como el contencioso-administrativo, "se utiliza más porque plantea conflictos con la administración; no así en otros ámbitos como el civil o el penal", ha explicado Triadú, que ha insistido en la "dinámica creciente" del uso de esta lengua.

La aceptación de su libro ha sido "muy buena". Se presentó el 21 de septiembre y ya se han vendido 4.000 ejemplares. Su autor insiste en el respaldo que ha tenido del colegio de abogados, del de procuradores y de la Conselleria de Justicia, entre otros; y reconoce que debe ser una buena herramienta si ha pasado por el filtro de la prestigiosa editorial jurídica Aranzadi, en colaboración con Thomson Reuters.

El libro va destinado a licenciados en derecho que ejerzan una profesión relacionada con la justicia, "desde un letrado de la Administración Pública, a un notario, pasando por un procurador, un secretario o los profesionales del departamento de Justicia".

"Es una herramienta que permite a quien la utiliza perder el miedo al vacío, o a redactar según qué cosas. Pretende que desaparezca el miedo", ha insistido.

Su elaboración ha requerido un año y medio de trabajo. Primero se hizo la estructura del libro, basada en la versión castellana que se editó en 2007. Después, trabajaron asesores de diversa índole como notarios, abogados y filólogos para, finalmente, redactarlo capítulo a capítulo, pasando el visto bueno de la editorial.

Para la estructura se basaron en la versión castellana, aunque Triadú recalca que el libro se escribió desde cero. "Catalunya tiene una tradición jurídica del siglo XII, por eso decidimos partir de cero, corregir algunas partes que creímos mejorables y hacer algo distinto", ha matizado.

"Es un ejemplar único, no hay ningún libro de estilo jurídico en catalán y me llena de orgullo haber participado en su creación", ha aclarado Triadú que destaca el apoyo de su despacho, Garrigues, que ha pagado la práctica totalidad de la edición --40.000 euros-- como un trabajo de responsabilidad social corporativa, "lo que hacen las empresas para devolver a la sociedad lo que reciben de ella".

Garrigues, que firmó un convenio con la Generalitat en 2003 para promover el catalán en el ámbito jurídico, tiene los derechos de autor y, una vez recuperada la inversión y si el libro obtiene beneficios, los destinará a pagar becas o estudios a alumnos catalanes de derecho.

Joaquim Triadú (Barcelona 1959) es socio del bufete Garrigues, profesor del Iese y ex conseller de Presidencia de la Generalitat durante el Gobierno de CiU.