Juicio a un urbano por la foto sexual de su amante
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 26 octubre 2017 14:53

La víctima señala a su examante porque solo él tenía la foto y sus claves

BARCELONA, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -

La víctima y el acusado por el envío masivo de una foto sexual --los dos, guardias urbanos de Barcelona-- han declarado versiones contradictorias durante el juicio celebrado este jueves en el Juzgado Penal 17 de Barcelona.

Él ha asegurado no ser el de la foto ni haberla enviado y la ha acusado de querer una "vendetta", y ella ha señalado claramente a su examante, que era el único que tenía la foto en su cámara y las claves de correo electrónico de ella.

La víctima, Rosa P., que está en prisión provisional en otro caso posterior por presuntamente haber matado a su pareja junto a otro amante y dejarlo abandonado en el pantano de Foix --ambos también urbanos-- ha prestado declaración junto a los Mossos d'Esquadra que la custodiaban y sin esposas, asegurando que quien envió la foto fue el subinspector Oscar S. y que él mismo se lo confesó por teléfono.

Esa grabación ha podido ser escuchada en el juicio con varios problemas de audio, aunque el acusado ha negado ser el de la conversación, y asimismo, ha negado tener las claves del correo de Rosa P., si bien ha reconocido también que ambos se hacían fotos en sus encuentros como un "juego sexual" que empezó a petición de ella.

Pese a que él ha negado ser el de la fotografía enviada de forma masiva desde el correo de la víctima a todos sus contactos --solo se ve en ella el pene de él y la cara de ella-- la víctima le ha desmentido asegurando que se puede comprobar por una cicatriz que él tiene en esa zona.

Sobre la foto, visiblemente afectada Rosa P. ha afirmado que la sacó él y que ella aceptó pensando que jamás la compartiría con nadie: "No me parece agradable, me parece vejatorio para la mujer. No es una foto conjunta de enamorados".

Oscar S. y Rosa P. iniciaron una relación como amantes en 2007 cuando ella era agente en prácticas y él cabo en la comisaría de Ciutat Vella, y en enero de 2008, según la versión de ella, la relación se deterioró porque ella tenía un novio y no lo había dejado, por lo que no habían pasado las navidades juntos.

Entonces, según ha explicado ella, Oscar S. envió una foto sexual a través de la cuenta de correo de ella a todos sus contactos: "No quería perderme. Si el resto de la gente me veía como una puta no querrían estar conmigo".

Como consecuencia, ella ha relatado que la foto empezó a compartirse en la comisaría y que ella empezó a ser "la chica de la foto", y que como vio que eso no paraba, finalmente decidió denunciar --17 meses después--, pese a que Oscar P. le decía que no lo hiciera avisándola de que si se buscaba problemas no aprobaría las prácticas.

La versión de Oscar S. ha sido muy diferente: él recibió esa foto sexual como el resto de contactos pero en ningún caso fue él quien la envió y no es una foto de él, y la relación con Rosa P. siguió durante casi un año y medio después del envío de la foto, sin que tuvieran ningún problema.

Ha afirmado que nunca cortaron su relación, que era esporádica y solo sexual, hasta poco antes que ella le denunciara, y que fue él quien cortó la relación al enterarse de que ella tenía otro amante y al haber conocido él a una persona, y por eso sospecha que pudo querer vengarse: "Se enfadó y me dijo que me acordaría de ella".

Ha indicado que hasta que presentó la denuncia en julio de 2009 tenía una buena relación con ella, y Rosa P. ha argumentado que mantenía su vínculo con él porque a raíz de la foto todo el mundo la señalaba y se sentía apartada, y el único que la animaba y que se interesaba por ella era Oscar P.

El abogado de la defensa, en un duro interrogatorio en el que ha buscado sus contradicciones, llegando a llevarla hasta el llanto, le ha recordado que ella recibió una medalla del cuerpo en 2015, por lo que según él no estaba apartada, y le ha preguntado por sus otras relaciones y por si estaba en chats de citas, algo que ella ha negado, así como por qué tardó tanto en denunciar.

La Fiscalía en su escrito de acusación pedía tres años de prisión por un delito contra la intimidad por descubrimiento y revelación de secretos o, como alternativa, dos años por delito contra la integridad moral.

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