Actualizado 01/04/2022 14:53

Delegada del Gobierno en Ceuta prefiere no reabrir la frontera hasta terminar las obras y cambiar el asilo de marroquíes

Archivo - La delegada del Gobierno de Ceuta, Salvadora Mateos, en una foto de archivo.
Archivo - La delegada del Gobierno de Ceuta, Salvadora Mateos, en una foto de archivo. - Antonio Sempere - Europa Press - Archivo

CEUTA, 1 Abr. (EUROPA PRESS) -

La delegada del Gobierno en Ceuta, Salvadora Mateos, ha asegurado este viernes que "no tiene noticias" que apunten a una reapertura "próxima" de las fronteras terrestres de las dos ciudades autónomas con Marruecos, y ha repetido que a su juicio ese paso no debería darse hasta que el paso del Tarajal sea "seguro".

Para conseguirlo, ha citado dos condiciones, el final de las obras de reforma actualmente en curso con la instalación de sistemas de control "inteligente" del tránsito de personas, y la implementación de modificaciones normativas que corrijan el sistema vigente de solicitud de protección internacional por parte de ciudadanos del país vecino.

Mateos ha adelantado en rueda de prensa que la tercera fase de los trabajos de renovación de la infraestructura fronteriza actualmente en curso estará terminada "a primeros de junio", y que durante ese mismo mes prevé tener implantados los sistemas tecnológicos de control biométrico de personas, que incluirán un formato Schengen ordinario y otro específico para los residentes en la provincia marroquí de Tetuán que pueden acceder a la ciudad sin visado.

"Pienso que sí habrá Operación Paso del Estrecho (OPE) este año, y que esos trabajos podrían estar terminados a tiempo para reabrir con las mayores condiciones de seguridad", ha avanzado la delegada, que ha considerado "interesantísima" la instalación del reconocimiento facial en el paso "para controlar realmente quién entra y quién sale por él".

Además, ha reiterado que los trabajadores transfronterizos serán "los primeros" en poder cruzar la frontera, tanto los que se quedaron o regresaron a Marruecos tras el cierre de la frontera la madrugada del 14 de marzo de 2020, como los que optaron por permanecer en la ciudad para conservar sus empleos a pesar de quedarse en un limbo en el que no ven reconocida su condición de residentes legales en territorio español.

"Las amas de casa estamos deseando que vuelvan las muchachas", se ha referido Mateos a las empleadas de hogar del país vecino que trabajaban hasta hace dos años en Ceuta, que llegaron a ser más de 2.000 regularizadas y al menos otras tantas, según estimaciones sindicales, en la economía sumergida.

Mateos también ha considerado "necesario" abordar antes de que se reabra la frontera las condiciones en las que los súbditos del Reino alauita pueden solicitar protección internacional en la ciudad, algo que hicieron unos 3.000 tras la avalancha de mayo del año pasado. La práctica totalidad ha logrado desde entonces, una vez admitidas a trámite sus peticiones, cruzar el Estrecho.

El Ministerio del Interior ha propuesto equiparar en la Ley de Asilo cualquier solicitud de protección presentada en toda Ceuta a las formuladas en un Centro de Internamiento de Extranjeros o en puesto fronterizo. De esa forma, los peticionarios quedarían encerrados y deberían ser expulsados en caso de inadmisión a trámite o rechazo por un trámite mucho más expeditivo.

Según han indicado fuentes de la Delegación a Europa Press, para conseguir el mismo objetivo se podría optar por la declaración de Marruecos como "país seguro", lo que sería motivo directo para la no admisión de solicitudes presentadas dentro del territorio español por sus nacionales.